El supremacismo catalán
Los gobiernos de la Generalitat han impuesto desde 1980 un régimen de persecución de lo no catalán con una violencia diaria, solapada y continua, aunque no utilicen las armas.
Los gobiernos de la Generalitat han impuesto desde 1980 un régimen de persecución de lo no catalán con una violencia diaria, solapada y continua, aunque no utilicen las armas.
Estamos ante una lucha de intereses, pero no de clase, sino de burguesías. Menos referéndums y urnas, y más reivindicaciones y movilizaciones sociales y laborales que, seguro, que no serán bien vistas ni por los Gobiernos de España ni de Cataluña.
Nos encontramos ante una partida cuyas normas han escrito los independentistas, aprobado ellos y aplaudido ellos, y ahora nos piden que nos sumemos a su fiesta.
En su flamante y recién proclamada “Constitución Catalana”, lo primero que han hecho los independentistas ha sido garantizar la indivisibilidad de Cataluña… mandando a tomar por saco el derecho a decidir, que ya cumplió su objetivo.
No participaré en una consulta de quienes desobedecen para que les obedezcamos, equiparando malintencionadamente al Gobierno de Rajoy con España, y a España con Franco.
“Tienen que sacarnos de aquí. Esto es la guerra” advierte Sara Cerezo una española de 27 años, desesperada por una situación que se agrava minuto a minuto, y que no es menos terrible ahora que cuando le alcanzó el huracán en la isla Saint Martin llevándose por delante todo lo que encontraba a su paso.