Las reuniones de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y el G-7 no han podido ser más diferentes y clarificadoras de lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo. De lo nuevo que está naciendo y de lo viejo que se resiste a morir.

La hegemonía occidental ya es casi historia y toca a su fin. Hemos asistido a una muestra clara del cambio de ciclo que se está produciendo en el «orden global”.

Occidente se deshilacha con cada paso que da, mientras que Eurasia muestra un camino de multipolaridad, buen hacer, pacifismo y cooperación que cobra cada vez más fuerza. Las ambiciones unipolares y hegemónicas de Occidente – y ahí está el comunicado final que no quiso firmar EEUU -,  fomentan el conflicto y conllevan injerencias, frente a la libre asociación que promueve Asia sin imponerse a nadie.

EEUU ha mostrado un desdén evidente por sus vasallos europeos y ha preferido dar relieve a la reunión con Corea del Norte. Un hecho significativo ha pasado sin embargo desapercibido: Kim Jong-un y su delegación llegaron a Singapur en un avión chino, con la bandera china en su fuselaje. Algo más que un símbolo.

Europa ha mostrado su indignación por la actitud de Trump y, sobre todo, porque no firmase el comunicado final que no es otra cosa que más de lo mismo: Rusia, sanciones, Siria, agentes químicos, Ucrania…

El G-7, creado hace 43 años, mantiene la ficción de entonces, cuando eso de «los países más industrializados del mundo» era cierto y su poder también. Ahora no lo son ya, pero siguen actuando como si eso fuese cierto, viviendo de sus sueños coloniales.

Por el contrario, la OCS hizo un alarde de unidad incluso en aspectos que cuentan con planteamientos enfrentados. Por ejemplo, entre China e India por cómo se debe enfocar la Nueva Ruta de la Seda (NRS), que India ve con reticencia, pero que no fue obstáculo para que país firmase el documento final donde se vincula a la OCS con la NRS aunque los chinos, haciendo alarde de su tradicional sutileza, introdujesen en el redactado final que sólo incumbirá a los países que apoyan «sin reservas» la NRS. Un guiño a India y una muestra de su buen hacer.

OCS frente a G-7. Respeto a la diversidad cultural, confianza mutua y consenso para resolver las contradicciones frente a una hegemonía occidental que está en quiebra. La imagen final de ambas cumbres lo dice todo.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: la Voz de San Luis| El territorio del Lince|Hispan TV

Fuente: http://elterritoriodellince.blogspot.com/

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