El art. 1 de la Constitución Española señala textualmente que: “España se constituye en un Estado social y democrático (socialdemócrata) de derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento juridico, la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político”.
Según los técnicos en Derecho Constitucional para que exista Estado tiene que haber tres elementos: población, territorio y soberanía. Los ciudadanos europeos hace mucho tiempo que consentimos entregar la soberanía sobre el 80% de los asuntos importantes que nos afectan, como son las políticas monetaria, arancelaria, agraria, ambiental, etc., a unas instituciones no democráticas que muchos percibimos al servicio de lobies empresariales y gobiernos extranjeros.
Luego ya no tenemos un Estado que defienda los valores constitucionales. La consecuencia lógica es el estado de cosas en el que nos desenvolvemos: cada vez hay menos libertad, menos justicia, menos igualdad y no existe pluralismo político sino, en la práctica, pensamiento único porque todos sospechamos que nada importante cambiará tras cada llamamiento electoral.
¿Y porqué hemos hecho esas renuncias? En la creencia de que se podrían obtener importantes beneficios. Nos hemos prostituído: dinero por valores.
Pensamos mayoritariamente que la pertenencia al euro y a la UE nos proporciona un balance neto positivo. Por eso en Grecia, para obtener un NO en el Referéndum, el Gobierno se comprometió a NO sacar al país de la eurozona independientemente del resultado. Es decir, los griegos, en su mayoría, quieren que cesen las políticas de austeridad, pero sin renunciar a los pretendidos beneficios que proporciona la moneda única.
Syriza lanzó un órdago a Alemania porque pensó que no querría asumir los costes de la salida de Grecia de la UE cifrados en un billón de euros. Pero se lanzó al abismo sin una red de protección, porque la sociedad griega no estaba preparada ni deseaba esa salida. Alemania, advertida por las propias declaraciones de Tsipras, aguantó el órdago y la posición griega se desmoronó como un castillo de naipes. Pero más por la evidente falta de apoyo interno a un Grexit que por las presiones del Eurogrupo.
En España debemos aprender la lección. En esta vida nada viene regalado. Si queremos recuperar la democracia y los valores, deberemos estar dispuestos a asumir unos costes. Y si no queremos asumirlos, tendremos esclavitud consentida en adelante.
Podemos ha apostado fuerte al apoyar a Syriza lo que también le ha supuesto un salto sin red al vacío, porque: ¿cuál es la propuesta que va a elaborar ante las próximas generales si tampoco quiere renunciar a la pertenencia a la Eurozona?
Es evidente que en Europa para poder negociar tiene que ser creíble la posibilidad de salida y si esa posibilidad no se asume, no hay posición negociadora y las políticas internas se van a tener que implementar al dictado de la Troika porque el nivel de endeudamiento de España es, desgraciadamente, y a pesar de que nuestro gobierno no lo quiere admitir, bastante similar al de Grecia.
¿A qué partidos apoyará mayoritariamente el electorado si percibe que todos serán meros gestores de las decisiones que se tomen en Bruselas? Creo que la respuesta es obvia. Opino que hay un nicho electoral de oportunidades para partidos valientes que quisieran asumir la salida del euro como una posibilidad real.
