La democracia ateniense, que duró aproximadamente 200 años, era directa y no representativa. Democracia significaba para los griegos gobierno de los iguales. La soberanía recaía en todos los ciudadanos que la ejercían activamente votando en la Asamblea e interviniendo en sus debates y reuniones.

Al contrario que en un Parlamento, los miembros de la Asamblea no eran elegidos, sino que cualquier ciudadano varón, mayor de 18 años y que hubiese terminado su entrenamiento militar, podía participar y debía hacerlo (lo que excluía a la mayor parte de la población ateniense: esclavos, metecos  o extranjeros residentes, niños y mujeres). El ciudadano tenía asimismo derecho a expresarse libremente en la Asamblea, iniciar un juicio público contra alguien o proponer una ley.

La democracia ateniense se asentaba sobre los valores de:

  • Isegoria:     Igualdad en la participación
  • Isocracia:   Igualdad en el poder
  • Isogonia:   Igualdad para formar parte de la administración
  • Isonomia:  Igualdad ante la ley

La administración estaba en manos de los magistrados, encargados de ejecutar las decisiones de la Asamblea, que se designaban mayoritariamente por sorteo, aunque una minoría, en torno a un 10%, se elegían por votación.

La elección por sorteo constituía el procedimiento habitual de nombramiento ya  que se consideraba la manera más democrática de evitar la corrupción y compra de votos, impidiendo que salieran elegidos los individuos más ricos, elocuentes y famosos.

La Docimasia era el examen previo para evaluar a los candidatos. Durante su mandato (normalmente de un año), los elegidos podían ser revocados y, al concluirlo, se valoraba su desempeño del mismo. Ningún cargo era obligatorio, y los individuos tenían que postularse para ser elegidos por cualesquiera de los dos métodos. La rotación era obligatoria, y se podían ejercer sólo una vez en la vida,  porque se buscaba la participación de todos los ciudadanos y no la profesionalización de la política.

Los jurados se designaban igualmente por sorteo. Ningún juez presidía el  tribunal. En un una vista pública primero hablaba el demandante, luego el acusado, y cada uno de los litigantes disponía de tres horas para exponer sus argumentos. Nada prohibía a los miembros del jurado comentar de manera informal e incluso expresar públicamente su desaprobación, o gritar y criticar los argumentos de los litigantes. La justicia era rápida: un caso no podía durar más de un día.

La palabra idiota, proviene de ἰδιώτης, término griego que aludía a quien no se involucraba en la política, entendida ésta como gestión colectiva de los asuntos públicos.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Sistema en Crisis.es| Carol-trabalhohistoria.blogspot.com|alwaysquestionauthority.com

Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_ateniense | https://es.wikipedia.org/wiki/Tribunales_de_la_Antigua_Atenas | https://sistemaencrisis.es/2016/01/24/democracia-participacion-directa-y-sorteo-de-legisladores/

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