¿Quién no ha visto en alguna película cómo una persona enamoraba a otra con algun bebedizo?

¿Quién no ha querido disponer de una pastilla para olvidar un amor fallido?

Todo eso que antes parecía ficción o fruto de la imaginación es ya una realidad.

El inventor de esta poción amorosa es el neurocientífico Anders Sandberg, de la Universidad de Oxford, que ha investigado las hormonas que se segregan cuando nos enamoramos: adrenalina, dopamina, oxitocina y  serotonina, aunque la más importante de todas ellas es la oxcitocina.

La oxitocina es una molécula que consta de nueve aminoácidos y se produce en el hipotálamo, desde donde se transfiere a la hipófisis, una glándula de nuestro cerebro. Allí se almacena y se secreta sólo cuando se necesita. Aunque la oxitocina se descubrió a principios del siglo XX, no se se sintetizó hasta 1953, recibiendo el Dr. Du Vigneaud el premio Nobel por ello.

La oxitocina, además de una hormona, es un neurotransmisor. Y aunque la sintética y la natural son químicamente idénticas, no funcionan igual  ya que la endógena se secreta a pulsos desde la hipófisis, unida a unas proteínas llamadas neurofisinas,  mientras que la sintética se administra de forma continuada.

Cuando dos personas están enamoradas sus cerebros liberan oxitocina. Esta hormona está directamente relacionada con la capacidad de construir relaciones estables, ya que ayuda a crear lazos interpersonales, que no solo están directamente relacionados con el sexo, sino también con el nacimiento, la lactancia y el cuidado de la prole.

Esto se debe a que la oxitocina estimula los centros de recompensa dopaminérgicos masculinos, produciendo placer, lo que aumenta el atractivo de su compañera, fortaleciendo la unión monogámica.

Esta hormona tan romántica hace que el individuo tenga un sentimiento de locura, euforia y felicidad y, por tanto, pueda quedar ‘enganchado’ a alguien. Y es esta reacción natural la que ahora se pretende conseguir en los laboratorios.

La idea de la poción clásica del amor que al beberla la otra persona cae rendida a nuestros pies desaparece, porque constituiría un delito.

La nueva ‘droga del amor’ estaría pensada para aquellas parejas que desean mantener en el tiempo la emoción de los primeros meses.  Ahora la clave está en el aspecto ético de esta medida.

La pastilla no solo sirve para enamorar, sino también para olvidar y superar cuanto antes una ruptura, aunque el propio inventor lo aconseja solo para las situaciones más extremas y dolorosas.

La píldora de la felicidad, según el doctor, podría estar en el mercado dentro de 10 o 15 años e incluso antes y se podría adquirir en las farmacias. El debate está abierto, ya que muchas personas creen que deshumanizaría las relaciones humanas.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Wavebreakmedia ltd|mejorconsalud.com

Fuentes: http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/heraldo-joven/2017/11/27/la-pastilla-para-enamorar-olvidar-una-realidad-1207089-2261031.html

http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20150418/abci-oxitocina-parto-feliz-201504161753.html

https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/5194/oxitocina-la-hormona-del-amor

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