Sin querer la Generalitat se ha disparado en el pie.

La acusación contra los líderes catalanes del procés ha citado en varias ocasiones una sentencia del Tribunal Supremo de 2015, producida a raíz del asedio al Parlament de Cataluña de 2011, cuando los indignados del 15M se manifestaron cercando su sede para protestar contra los recortes, lo que obligó al presidente Artur Mas y a varios miembros de su gobierno a acceder a la Cámara en helicóptero, y a otra treintena de diputados a hacerlo en furgones de los mossos.

El Presidente de la Generalitat criticó duramente entonces  «la violencia en la calle» que le había impedido entrar por su propio pie. Los hechos de mayor gravedad los protagonizaron ciudadanos que rodearon el Parlamento y se interpusieron con los brazos en cruz, corearon consignas contra ellos, desplegaron pancartas y, lo más grave de todos, pintaron con espray la chaqueta de la parlamentaria socialista Montserrat Tura. Un comportamiento que, el diputado Jordi Turull calificó como «festín de los violentos».

“Los parlamentarios catalanes lograron acceder al Parlamento entre pintadas, empujones, escupitajos, gritos y abucheos. Diputados como Joan Boada, Montserrat Tura o Ernest Maragall fueron increpados por parte de algunos manifestantes y al secretario de ICV, Joan Herrera, le tiraron una piel de plátano. Los enfrentamientos entre policía e indignados se cobraron 23 heridos leves”, refirió el periódico La Vanguardia.

La sentencia inicial de la Audiencia Nacional absolvió a 19 de los 20 acusados, pero tanto el fiscal, como la Generalitat de Cataluña y el propio Parlament consideraron dicha resolución absolutoria como fruto de una «politización extrema»CiU habló públicamente de «golpe de Estado encubierto» –, y en su afán por criminalizar a los autores de la protesta, recurrieron al Supremo, que les dio la razón, y sentenció a 3 años de prisión a 8 de los indignados.

Dicha sentencia, que creó  jurisprudencia, la firmó Manuel Marchena, el mismo magistrado que ha presidido el tribunal que ha juzgado a los dirigentes del procés.

Así que uno de los principales fundamentos jurídicos de la violencia del procés se debe precisamente a políticos independentistas como Artur Mas y Jordi Turull.

Está claro que la violencia institucional no es igual cuando se ejerce contra las autoridades catalanas, que cuando la ejercen ellas.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: EFE Andreu Dalmau|20minutos.es|elperiodico.com

Fuentes: https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/politicos-proces-pueden-ser-condenados-denuncia-que-ellos-mismos-impulsaron-15m

https://www.lavanguardia.com/politica/20110615/54170903036/los-parlamentarios-catalanes-logran-acceder-al-parlament-entre-pintadas-empujones-y-abucheos.html

http://www.rtve.es/noticias/20110616/15m-barcelona-rechaza-violencia-vivida-frente-parlament-ciu-habla-golpe-estado-encubierto/440559.shtml

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