El periodista Julio Merino González que vivió en primera línea los principales momentos históricos de la España contemporánea, entrevistó el 19 de enero de 1980 al President de la Generalitat Josep Tarradellas.

¿Qué me dice usted de Heribert Barrera secretario general de ERC?

HERIBERT BARRERA

Que es un resentido y como tal un peligro. Los resentidos no tienen límites en su ambición, siempre piensan que la sociedad no les da lo que se merecen.

He dejado para el final al candidato que va a ganar si usted no se presenta de nuevo a la Presidencia de la Generalitat, me refiero al señor Jordi Pujol ¿qué piensa usted de él?

Señor Merino, yo de corruptos, no hablo.

Me deja usted de piedra, ¿corrupto?

¿No ha oído hablar de Banca Catalana?

Algo, hay muchos rumores… (en ese momento Tarradellas abrió un cajón de su mesa y sacó una carpeta verde, y con ella en la mano dijo):

Esto no son rumores, son hechos… esa banca será la tumba política del señor Pujol… y puede que algo más el día que las cosas lleguen a manos de los jueces. 20.000 millones de pesetas desaparecidos son muchos millones y los responsables son la familia Pujol. Este asunto traerá cola.

¿Y qué puede pasar?

Conociendo al personaje, yo lo tengo claro. Luchará y pactará hasta con el diablo para ser president, porque ahí espera tener su mejor escudo.

Mire, amigo mío, este hombre en cuanto estalle el escándalo de su banco se liará la estelada a su cuerpo y se hará víctima del centralismo de Madrid… Ya lo estoy viendo: «Catalans, España nos roba… no nos dan ni la mitad de lo que nosotros les damos y además pisotean nuestra lengua… Catalans, ¡Visca Catalunya!».

Sí, esa será su política en cuanto llegue a la Presidencia, el victimismo y el nacionalismo a ultranza… ¡Dios, así empezó Companys!… Nunca he podido olvidar el enfrentamiento que tuve con él el mismo día del disparate de octubre del 34, cuando se sublevó y quiso proclamar el Estat Catalá y la República independiente sabiendo, como sabíamos todos, que el Estado español no lo iba a permitir… Me temo que el señor Pujol jugará esa baza para salvarse de lo de Banca Catalana.

Pues, presidente, me voy preocupado.

¿Y cómo cree usted que estoy yo? Porque veo que mis deseos de mantener unidos a todos, los nacidos aquí y los que han llegado de fuera, se van a ir conmigo, y eso será malo, muy malo, para Cataluña. ¿Recuerda usted las palabras que pronuncié cuando volví después de casi 40 años?

Sí, «Ja sóc aquí».

– Sí, pero antes dije «ciutadans de Catalunya», lo que Pujol me criticó, porque, según él, tenía que haber dicho «catalans» y no «ciutadans». Y eso porque yo entendía que el president tenía que serlo de todos, los de dentro y fuera fuese cual fue su ideología y sus sentimientos, viniesen de donde viniesen.

Ideas sobre su sucesor al frente de los destinos de Cataluña, que Tarradellas ratificó y expuso con mayor amplitud y rotundidad en la carta privada que dirigió  el 26 de marzo  al entonces director de La Vanguardia, el periodista Horacio Sáenz de Guerrero:

Ya sabe que por encargo del presidente Suárez, fui delegado del Gobierno para dar posesión de la presidencia de la Generalitat de Cataluña al señor Jordi Pujol. Días antes, le indiqué que me parecía normal que en este acto acabara mi parlamento con las palabras tradicionales de siempre, es decir, gritando vivas a Cataluña y a España. Esta propuesta me parecía lógica, pero con gran sorpresa no fue aceptada porque él solamente quería tener presente a Cataluña.

Estoy seguro de que el presidente Pujol consideraba normal esta actitud, porque afirmaba una vez más su condición nacionalista, que era y es la de utilizar todos los medios a su alcance para manifestar públicamente su posición encaminada a hacer posible la victoria de su ideología frente a España.

Durante estos últimos meses todo ha sido orquestado para provocar la ruptura de la política de unidad, de paz y de hermandad compartida por todos los ciudadanos de Cataluña.

Si se ha llegado a esta situación es debido, a mi entender, a la política de provocación que empezó el mismo día de la toma de posesión de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat. 

Vemos que sus responsables están utilizando un truco muy conocido y muy desacreditado, es decir, el de convertirse en el perseguido, en la víctima; y así hemos podido leer en ciertas declaraciones que España nos persigue, que nos boicotea, que nos recorta el Estatuto, que nos desprecia, que se deja llevar por antipatías hacia nosotros y se arrepiente de haber reconocido nuestros derechos.

Según ellos se hace una política contra Cataluña, cuando los problemas de la escuela y de la lengua es la actual Generalitat quien, en gran parte, los ha provocado, convirtiendo la cuestión de la lengua en un problema político y partidista.

Por otro lado, las declaraciones de la semana pasada del president Pujol, en las cuales decía todo lo contrario de lo que ha hecho y dicho durante estos últimos meses, constituye un doble juego ya muy gastado.

El día 23 del pasado mes me dirigí al presidente de nuestro Parlamento, señor Heribert Barrera. en una larga carta en la que hacía constar mi disconformidad con la política sectaria, discriminadora y carente de todo sentido de responsabilidad por parte de la Generalidad.

También le hacía constar mi más enérgica protesta contra la política de provocación que Cataluña inició el mismo día de la toma de posesión del presidente Pujol y que todavía continúa.

La división cada día será más profunda. Resulta desolador que la megalomanía y ambición personal de algunos, nos haya conducido al estado lamentable en que nos encontramos.

Creo que es urgente que se recupere la unidad que se rompió en mayo de 1980, y que se olvide todo lo que ahora nos separa, porque nuestro país es demasiado pequeño para que desprecie a ninguno de sus hijos y lo bastante grande para que quepamos todos.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Diario de León|La Vanguardia|Twitter|

Fuentes: http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/profecia-tarradellas-y-2_1214839.html

https://www.dolcacatalunya.com/2017/04/aplauda-la-profetica-carta-tarradellas-al-director-la-vanguardia/

 

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad