Este joven universitario madrileño participó activamente en los violentos choques  con la policía que se produjeron el 22 de marzo al término de la manifestación de las Marchas de la Dignidad.

¿Acudiste a la manifestación del 22 de marzo predispuesto a participar en actos violentos?

Sí, no a provocarlos, pero sí a defenderme activamente en caso de carga policial.

No es la primera protesta a la que acudes, ¿es la primera vez que participas en actos de este tipo?

Antes había sido mero testigo sin llegar a participar activamente., porque creía que la violencia nos deslegitimaba.

¿Fuiste solo a la manifestación?

No, fui con un pequeño grupo de amigos, pero cuando empezaron los disturbios nos separamos. No todo el mundo está dispuesto a asumir los mismos riesgos.

¿Y no crees que los actos del otro día, al finalizar las Marchas por la Dignidad, con gente que había recorrido tantos kilómetros, quedó, cuanto menos, empañada por los enfrentamientos finales?

Desgraciadamente sí, pero los grandes medios ya habían ocultado deliberadamente el hecho de que miles de personas venían a pie desde todos puntos de España reclamando pan, dignidad y trabajo. Si Colón se llena con una manifestación de la Conferencia Episcopal en contra del matrimonio gay o del aborto dirán que asistieron uno o dos millones, si somos nosotros, 50.000.

Actos violentos como los del otro día, ¿sirven para algo?

Sí, solo hay que mirar el ejemplo de Gamonal. El gobierno desoyó las protestas pacíficas y las recogidas de firmas, y solo paralizaron las obras por “motivos de seguridad”.

¿Abogas por la violencia en todas las protestas? Porque son muchos los manifestantes que no participaron de manera activa en los enfrentamientos con la policía, ni apoyan la violencia…

No en todas las protestas. Sé que la violencia es rechazada por la mayor parte de la sociedad y no quiero que la gente se quede en casa por temor a los disturbios, pero defiendo la legítima defensa contra la represión policial.

Brutalidad policialLas imágenes y enfrentamientos del otro día se podrían haber evitado, lo dicen hasta los propios policías. ¿No crees que tienen razón?

Sí. Pero hay otra violencia que no sale en los grandes medios, y es la violencia institucional. El hecho de que haya 184 desahucios al día, que seamos el segundo país de la UE con más pobreza infantil, el de más parados, etc.

Insisto, ¿de qué sirvieron los enfrentamientos del otro día? Una resistencia pasiva, por ejemplo, ¿no hubiera sido más efectiva para no manchar la gran movilización que se produjo?

Hacer sentadas y levantar las manos cuando la policía carga, para aparecer en los medios diciendo mira que buenos somos y que malos son ellos es hacer apología del victimismo.

Pero hay mucha gente, la gran mayoría, que no participó en los enfrentamientos, que condena la violencia, y que siente que la violencia, venga de donde venga, la empiece quién la empiece, perjudica la lucha de miles y miles de personas…

Respeto esa manera de pensar, son los que huyen cuando comienzan las cargas, pero también respeto a los que deciden quedarse y oponer resistencia. Hay gente que cree que hay otras formas de lucha y me parece inapropiado criminalizarlos por ello. El joven que decide responder a las cargas se está jugando su integridad física y su libertad a cambio de nada.

Tú estás fuerte y en forma, pero cuando hay violencia, ¿no salen perdiendo personas que no son tan ágiles, personas mayores, en definitiva, personas más débiles?

Nosotros tratamos de hacer un bloque de contención para que a esa gente le de tiempo a huir cuando comienzan las cargas.

¿Nosotros?

Hablo en nombre de los que creemos en la resistencia activa.

No perteneces a ningún colectivo. La resistencia activa explicaste antes que no fue organizada de antemano… ¿os organizasteis de forma espontánea tras la manifestación?

No, no pertenezco a ningún colectivo. Lo que nos mueve a colaborar en altercados de este tipo es la solidaridad. Hay gente que se junta con grupos de afinidad, pero en mi caso personal actúo por cuenta propia porque no quiero perjudicar a ningún amigo con mis acciones.

¿Y no es un tanto egoísta, o injusto, imponer una decisión personal a toda una acción colectiva, como es la organización y desarrollo de las Marchas por la Dignidad?

Siento que las Marchas de la Dignidad se hayan visto afectadas por lo que aconteció al final. Pero ese el doble rasero de los medios de comunicación, que defienden la violencia de los manifestantes en Ucrania o Venezuela por poner dos ejemplos recientes, y la criminalizan aquí.  Allí los que matan policías son el pueblo luchando por su libertad, según los medios, y aquí por tirar una piedra eres considerado un terrorista de ultraizquierda. Yo no he empezado los disturbios, tan solo he respondido cuando éstos se han producido.

Pero, ¿no crees que cualquier estrategia, incluso de resistencia activa, autodefensa, o de violencia, debería ser una decisión colectiva, que sin pensamiento colectivo nada funcionará?

Considero que aunar fuerzas, luchar en grupo y perseguir objetivos comunes previamente consensuados probablemente sea más efectivo que ir por libre, pero en mi caso personal tan solo me represento a mí mismo.

Perdona, antes has dicho que hablabas “en nombre de los que creemos en la resistencia activa”…

Sí, porque me siento identificados con ellos. Compartimos ese ideal común.

Tras la manifestación del 22-M, ¿en qué momento y cómo comenzaron los enfrentamientos?

Comenzaron en la calle Génova, cerca de la sede del partido popular. Comenzaron antes de que finalizara el acto, había un grupo ahí concentrado increpando a la UIP y esta decidió disolvernos.

¿Consideras lo que pasó como un estallido social?

Sí, en toda regla. Un aviso al gobierno de que lo que hace no va a quedar sin contestación social.

Si volviéramos al sábado, 22 de marzo, ¿cambiarias algo?, ¿volverías a hacer lo mismo?

Ahora mismo, después de la repercusión posterior que ha tenido, me quedaría en casa.

Y la opción de acudir a la manifestación, sin participar en enfrentamientos, ¿no la contemplas?

¿Y cuando estos se produzcan huir y dejar ahí a mis amigos y a mis compañeros? No sería capaz.

El eterno debate sobre la violencia. ¿No crees que al final desune más que une?

Probablemente. Yo en su día era ultrapacifista.

Tirar piedras al final de una mani sirve para soltar mucha adrenalina, pero para poco más…

Ya, mucha gente dice que se debería hacer esto o aquello, la cuestión es hacer lo que está en tu mano.

Y para cambiar las cosas, ¿qué habría que hacer? La violencia, ¿sería imprescindible?

La gente se debería involucrar en la medida de sus posibilidades; la violencia es el último recurso de la desesperación, pero insisto en que debemos definir el concepto de violencia… ¿qué es más violencia desahuciar a una familia de su casa y seguir exigiéndole el pago de la deuda, o romper a pedradas los cristales de una sucursal, que ni siente ni padece? ¿verte obligado a comer de un contenedor, o quemarlo en una protesta? A la gente le preocupa más la violencia contra las cosas que contra las personas, lo que constituye el síntoma de una sociedad enferma.

(Fragmento)

Última hora:  Dos antidisturbios han sido juzgados el martes 16 de septiembre por agredir a periodistas visiblemente identificados durante la manifestación de las Marchas de la Dignidad.


Imagen: www.unidadcivicaporlarepublica.es

Fuente: http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/el-falso-infiltrado-siento-que-las-marchas-de-la-dignidad-se-hayan-visto-empanadas/

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