No cesamos de escuchar a todas horas que: “Venezuela está muy mal”, “Allí no se puede vivir”, “Ya no existe libertad», “El régimen chavista tiene a su población pasando calamidades”, etc. Según los opositores al chavismo los presidentes anteriores: “Carlos Andrés Pérez, Lusinchi y Caldera fueron lo mejor”, y su etapa la de mayor libertad, paz y prosperidad.

Nada más alejado de la realidad.

Mucho antes de la llegada de Chávez y Maduro al poder, la inflación estaba por encima del 80% y del 100% y la situación económica y social era catastrófica.

Para comprobarlo basta leer los titulares de los periódicos de la época:

 

 

 

 

 

 

 

Resultaba sumamente habitual que se decretaran toques de queda y suspensión de las garantías constitucionales para frenar por la fuerza las protestas populares:

 

 

 

 

 

Porque, pese a que la mayoría de los medios privados del país estaban en manos de familias acaudaladas afines al poder (las mismas que los controlan hoy en día), los diferentes gobiernos detenían a los periodistas que se mostraban críticos y no vacilaban en allanar las redacciones para amedrentar a quienes se atrevían a desobedecer las líneas editoriales oficiales.

No existía respeto alguno por la pluralidad politica, ni la legalidad, y la censura de prensa y las restricciones a la libertad de expresión estaban a la orden del día:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los dirigentes políticos de Venezuela se permitían recurrir a la tortura y al terror, abiertamente y sin rubor alguno, porque el mundo capitalista alababa sus gobiernos como modelos de democracia y progreso:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escaseaban los artículos cotidianos más indispensables como pan, arroz, leche, aceite, azúcar, sal, jabón, papel higiénico, etc., y el pueblo pasaba hambre:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La escasez y penuria  llegó a tal extremo que obligó a la gente más pobre a subsistir a base de comida para perros, “perrarina”, único alimento que podían permitirse comprar:

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero las causas reales del desabastecimiento de aquel tiempo eran bien distintas de las de ahora.

La enorme deuda externa contraída por Venezuela y la aplicación de las recetas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), provocaron una desorbitada subida de precios, que acompañada por el descenso generalizado de salarios, hizo que el pueblo venezolano no pudiera acceder a los productos indispensables para poder subsistir.

Pero, ¿cómo contaron entonces los medios españoles lo que sucedía en Venezuela?

Para “El País” uno de los periódicos que, día sí y día también habla de la “brutal represión” de Maduro, la causa del desabastecimiento era la revuelta, cuando la revuelta estalló precisamente debido al desabastecimiento.

A finales de febrero de 1989 la población de Caracas se lanzó desesperada a la calle a protestar en lo que posteriormente se conocería como el Caracazo, una masacre que dejó más de 3.300 muertos a manos de la policía y el ejército, en tiempos del presidente, “socialista”, Carlos Andrés Pérez, amigo personal de Felipe González, que años más tarde fue condenado por corrupción.

«El País” habló entonces de “muertos en disturbios” y de que “el ejército patrullaba las calles”, omitiendo la salvaje represión, y sin manifestar una palabra en contra de la “violación de derechos humanos» relizada por el gobierno venezolano. Una democracia, la suya, regada con sangre.

Durante ese período ominoso, la represión no respetaba a nadie:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por supuesto que ninguno de estos crímenes atroces que quedaron impunes, tuvo una repercusión internacional ni remotamente similar a la que obtuvieron las 43 muertes habidas durante los disturbios organizados por la oposición en el año 2018 para derribar a Maduro. Y ello a pesar de que los policías implicados en dichos incidentes, fueron arrestados, juzgados y condenados, y de que la mayor parte de las víctimas lo fueron debido a la violencia de los opositores.

El fraude electoral estaba normalizado y asumido durante la época anterior al chavismo. Hay que recordar que, hasta la llegada de Chávez a la presidencia de Venezuela, decenas de miles de personas de las clases más bajas de la sociedad no estaban registradas en el censo y por lo tanto no tenían derecho a voto.

Muchos de los problemas de inseguridad que padece todavía hoy Venezuela, provienen de la miseria. Países vecinos suyos, como Colombia, presentan unas elevadísimas tasas de homicidios y de delincuencia a las que hay que sumar los «falsos positivos» (¡magnífico eufemismo!), y las fosas comunes repletas de líderes sindicales y sociales (más de 226 asesinados sólo entre los meses de enero y noviembre de 2018). Y algo parecido sucede en Méjico, Barasil, Honduras, El Salvador, etc., sin que nadie se escandalice.

Así comenzaba un noticiero venezolano de 1995: https://www.youtube.com/watch?v=FfD_A95vB7Q. Y, es que, los insoportables niveles de violencia constituían ya entonces un gravísimo problema para el país:

 

 

 

 

 

 

Estamos asistiendo a una campaña de criminalización de los gobiernos y medios de comunicación occidentales contra la revolución chavista. Ya Obama inició la vía de las sanciones contra Venezuela declarándola como una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional de EEUU.

Problemas como el desabastecimiento que sufre ahora el país son provocados en gran medida por la guerra económica, bloqueos y congelaciones de fondos a que se ve sometido el país por parte de los poderes financieros.

Un acoso que no es nuevo.

Recién elegido Hugo Chávez presidente de Venezuela en 1998, en 2002 se produjo un golpe de estado contra él, salvando su vida de milagro, pero varios gobiernos occidentales se apresuraron a reconocer a su autor como presidente legítimo. Al año siguiente, en 2003 Chávez tuvo que hacer frente a una huelga general impulsada por Fedecámaras, la principal patronal del país, que contó con el apoyo de los partidos de la oposición. Una huelga de empresarios, que conllevó el paro forzado de los trabajadores que se encontraron con sus fábricas y puestos de trabajo cerrados a cal y canto.

Y parecida suerte ha corrido Maduro que, en agosto de 2018, apenas dos meses después de revalidar su cargo, sufrió un intento de asesinato con drones.

El guión del Golpe de Estado actual contra Maduro en 2019, recuerda al de Chile contra Allende en 1972.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes y Fuente: https://juanmartorano.wordpress.com/2015/09/21/te-muestro-como-era-venezuela-antes-de-chavez-pasa-papu/

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