Los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) son beneficios fiscales o ahorros de impuestos en el futuro que provienen de pérdidas o provisiones del pasado, y aunque reducen los beneficios del banco, no son deducibles fiscalmente hasta que se materializa la pérdida.
Ahora bien, si dentro del plazo estipulado no se generan beneficios suficientes para compensarlos, esos activos fiscales caducan y los bancos los pierden.
Las 15 principales entidades bancarias españolas tienen en su balance 40.478 millones de euros en activos fiscales que, ahora, con el Real Decreto-ley 14/2013, de 29 de noviembre, y el cambio legislativo aprobado por el gobierno, dejarán de caducar, y pase lo que pase, pagará, religiosa, o ateamente, el Estado, con el dinero de todos los contribuyentes.
La banca recibe así una nueva “ayuda” camuflada del gobierno con la que las entidades financieras reforzarán su capital con más de 40.000 millones de euros. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho que esta operación no es “un préstamo a la banca”. Y tiene razón, porque no es un préstamo, sino un regalo.
Y es que, como la nueva regulación bancaria de Basilea III, no permite que los activos fiscales diferidos se apunten como capital de primera calidad (el más líquido y que primero absorbe las pérdidas), había que sacarse un nuevo as de la banca: la transformación de los Activos Fiscales Diferidos en Créditos Fiscales, infinitamente más ventajosos para ella.
- Los DTA son deducibles en el impuesto de sociedades, mientras que los Créditos Fiscales se deducen de la base imponible.
- Los DTA no cuentan como capital a efectos del ratio de capital, mientras que los Créditos Fiscales sí.
- Los DTA si no se realizan, se pierden, ya que se tienen que compensar con beneficios futuros suficientes, suponiendo que existan, mientras que los créditos fiscales constituyen dinero contante y sonante.
- Los DTA no conllevan ninguna clase de aval, mientras que los créditos fiscales están avalados por el Estado español y en caso de quiebra de la entidad, es el Estado el que se tendría que hacer cargo de los mismos.
Un negocio redondo. Con esta medida, el Estado español avala 34.000 millones más de euros a la banca española, ademas de permitirle deducir de la base imponible esa cantidad, con la correspondiente pérdida de ingresos para el erario público.
Si ya el pago medio real de impuestos de los bancos privados españoles rondaba el 10%, ahora quedará reducido a la mínima expresión, por lo que España, será para su banca un paraíso fiscal, legalizado por el actual gobierno, y bendecido por el FMI y la Comisión Europea.
Si bien los DTA comenzaron a contabilizarse a partir del 1 de enero de 2011, las pérdidas anteriores a esa fecha que no se hubieran desgravado, podrán seguir haciéndolo, integradas en el cómputo de 2011, durante 18 años más.
El decreto otorga el derecho a las entidades bancarias a compensar dichos Créditos bien mediante el abono de los mismos, o “con otras deudas de naturaleza tributaria de carácter estatal”, lo que significa que, no sólo podrán eludir el pago del Impuesto de Sociedades, sino cualquier otro impuesto estatal, como por ejemplo el IVA.
Veamos un ejemplo.
Como el BBVA tiene Créditos Fiscales por valor de 9.255 millones de euros, si sólo los puede aplicar al Impuesto de Sociedades, que en 2012 fue tan solo de 667 millones de euros, tardaría muchos años en liquidar dichos créditos, pero si se aplican al conjunto de impuestos que paga: 667 millones de euros por el Impuesto de Sociedades, 253 millones por IVA, 314 millones en cotizaciones sociales y 107 millones por otros tributos, lograría librarse de los 1.341 millones que por todos esos conceptos tuvo que desembolsar en 2012. Como se puede comprobar en este ejemplo, la transformación supone que la banca dejará de pagar impuestos, tanto directos como indirectos al Estado.
Este traicionero Real Decreto no sólo legaliza un paraíso fiscal para la banca española, sino que lo prolonga en el tiempo de tal manera que todo lo que no hayan podido deducir de sus impuestos, lo cobraran dentro de 18 años en forma de deuda público. El gobierno hipoteca con la banca no solo el presente de los ciudadanos españoles, sino también el futuro de nuestros hijos.
Se calcula que el montante final superará incluso al del rescate de 2012 (41.000 millones de euros), pero es que sin él, la banca «sana» española, estaría en situación de bancarrota.
(Extracto. Adaptación libre. Elaboración propia)
Imagen: principiamarsupia.com
Fuentes:
http://www.economiaciudadana.org/2013/11/sera-necesario-rescatar-la-banca.html
http://www.gurusblog.com/archives/dtas-activos-fiscales-diferidos-banca/29/11/2013/
http://economia.elpais.com/economia/2014/04/23/actualidad/1398262153_992920.html