No participaré en la consulta de quien desobedece para que le obedezcamos y que nos libra de una élite para entregarnos a otra.

No votaré por el bufonesco trámite parlamentario a través del cual se nos concede votar.

No votaré por las reiteradas y cotidianas mentiras del ‘brexit’ doméstico.

No votaré en una consulta propuesta por los que confunden malintencionadamente al Gobierno de Rajoy con España y a España con Franco.

No votaré porque se cesa al discordante, se abruma al diletante y se excomulga al discrepante.

No votaré porque no quiero que me salven ni creyentes ni entusiastas, ni emancipadores ni filántropos.

No votaré porque en la primera línea, la ley del referéndum basa el derecho a la autodeterminación de Cataluña en unos Pactos de la ONU de 1966 que se refieren solo a «situaciones coloniales».

No votaré porque los independentistas apelan a la Comisión de Venecia, y ella dice que no deben celebrarse referéndums hasta un año después de la promulgación de la reforma legal que los regula, señalando además que las autoridades no deben usar fondos públicos para hacer campaña.

Dice también la Comisión de Venecia que el plebiscito debe organizarlo un órgano imparcial y que las autoridades deben ser neutrales.

No votaré porque  la Comisión de Venecia indica expresamente que el uso de referéndums debe cumplir con el sistema legal en su totalidad y se necesita una participación mínima en los de independencia.

No votaré porque la doble ciudadanía: catalana y española, ya la tengo ahora.

(Extracto. Adaptación libre)


Imagen: hispantv.com

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/votare-por-xavier-sarda-6156008

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