En esta entrevista, realizada el 2 de enero de 2021 por la revista alemana Deutsche Stimme, el analista ruso Alexander Dugin, explica la geoestrategia globalista denominada Gran Reinicio (The Great Reset).
Parece que “El Gran Reinicio” del capitalismo y del sistema neoliberal después del coronavirus, serviría para hacerlo más sostenible, a la vez que más represivo, ganando control y poder sobre la vida de los ciudadanos. ¿Qué opina de este proyecto diseñado para salvar al globalismo?
El término Gran Reinicio y Nuevo Orden Mundial son lo mismo. Debemos entender que la globalización no es sólo un proceso tecnológico y geopolítico, sino también ideológico.
El primer aspecto es la «occidentalización», que implica la hegemonía de los valores occidentales, haciendo que todos los países se convierten al modelo de sociedad occidental.
El segundo elemento de la globalización lo constituye la «modernización» de los valores y paradigmas occidentales. Un cambio que no solo se aplica a las sociedades no occidentales, sino que afecta igualmente a Occidente.
El tercer elemento, es ideológico: «liberar» al individuo de todas las formas de identidad colectiva.
El cuarto, tecnológico: «liberar» al ser humano de su identidad de género y hasta de su identidad humana.
¿De qué debe «liberarse» el individuo?
Se trata de un proceso histórico que comenzó con la liberación de la Iglesia Católica, continuó con la liberación de los estamentos de la sociedad feudal, y pretende ahora la liberación del Estado-Nación, y de todo tipo de identidades humanas colectivas del siglo XX.
La esclavitud es un fenómeno moderno, que en la Edad Media cristiana, estaba ausente. Comenzó con el cambio de la sociedad tradicional a la modernidad, al capitalismo y al liberalismo. El liberalismo es una ideología clasista y racista, que simula dar libertad, pero que en realidad engendra esclavitud.
Después de la derrota del nazismo y del comunismo, surgió la liberación del hombre de la identidad colectiva de género. La política de género es esencial para el globalismo y forma parte de la «modernización» como herramienta para potenciar el individualismo.
La última etapa, tecnológica, supone el paso de la identidad humana a la posthumana. Esa es la agenda en curso, y la la lógica de una globalización que va mucho más allá de la apertura de fronteras.
¿Que hay de nuevo en la idea del Gran Reinicio?
El globalismo constituye una visión del mundo unipolar, que implica la supremacía y dominio de Occidente sobre Oriente y los países del Tercer Mundo.
Lo novedoso es el hecho de que en las etapas anteriores, la globalización encontró una fuerte oposición por parte de las sociedades no occidentales, especialmente Rusia, China y otras, que reaccionaron en defensa de su soberanía, obstaculizando seriamente sus planes.
Al mismo tiempo los globalistas cometieron errores estratégicos, como las revoluciones de color en el mundo árabe, que no arrojaron los resultados que esperaban. Así que ese período fue una cadena de fracasos para ellos, siendo el último la aparición de Trump, que representa una revuelta de la sociedad estadounidense rechazando su agenda.
Así que no pudieron aplicar su programa porque se toparon con esa contestación de Trump, Putin, Irán, China y su Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative), la ola de populismos en Europa, y la escisión dentro de la OTAN, provocada por la política independiente de Erdogan.
¿Donald Trump fue un desastre para los globalistas?
Totalmente. Cuando hablan de reinicio, significa un regreso drástico y violento a su agenda para recuperar el tiempo perdido. Pero ahora tienen que luchar por cada objetivo, porque en todas partes encuentran una resistencia creciente. Por esa razón, los globalistas ya no pueden implantarla con los mismos medios y métodos de antes.
¿Necesitan corregir los errores cometidos en el camino hacia el Nuevo Orden Mundial?
Necesitan movilizar todas sus fuerzas en todas partes. Derrotar a Trump era el primer objetivo, pero ¡también quieren destruir a Putin, matar a Xi Jinping, cambiar el gobierno de Irán, deponer a Erdogan, acabar con los populismos europeos, con la resistencia islámica, y con las tendencias antiglobalistas de América Latina!.
El Gran Reinicio como concepto no ha cambiado, pero las medidas para implementarlo sí. Ahora recurren a la censura, a medidas policiales, y a leyes antidemocráticas y coercitivas, presiones y amenazas, demonizando a quienes se oponen a sus planes, calificándolos de fascistas, nazis, insolidarios y conspiranoicos. El Gran Reinicio es la continuación desesperada de su fallida estrategia globalista anterior.
Es la agonía de un dragón herido que va a morir matando, porque aún está vivo y puede causar mucho daño y sufrimiento. “Deberíamos abolir la democracia. Destruir a la Humanidad. Poner veneno en las vacunas”, ruge este dragón.
El Gran Reinicio no es nada nuevo. Es la misma agenda de siempre, la misma ideología, los mismos valores y el mismo proceso, sólo que con medios abiertamente totalitarios.
Usted usó el término “Gran Despertar” (“Great Awakening”) como antítesis del Gran Reinicio, ¿qué quiere decir con eso?
El Gran Despertar es un término utilizado espontáneamente por los manifestantes estadounidenses. Un concepto que nació recientemente cuando el pueblo estadounidense se volvió más consciente de la verdadera naturaleza de los globalistas. Hasta ese momento tenían la ilusión de que todo marchaba más o menos bien, y que los demócratas y los republicanos de Estados Unidos representaban dos alas de la misma democracia liberal.
El Gran Despertar para ellos fue descubrir que detrás de la máscara del Partido Demócrata, había algo totalmente diferente: una especie de golpe de Estado orquestado por los globalistas, dispuestos a dictar todo tipo de órdenes tiránicas al pueblo estadounidense. Algo antes inconcebible, que comenzó durante la presidencia de Trump, y culminó con el fraude electoral y la elección robada, que fue el principio del Gran Despertar.
¿El Gran Despertar solo tiene significado para los patriotas estadounidenses, o también para nosotros?
Comenzó con ellos, pero el Gran Despertar debería ser tan universal como lo es el Gran Reinicio. De la pérdida de la identidad religiosa, y de toda identidad colectiva, vamos hacia la pérdida de la identidad humana. Hoy todavía se le permite a usted ser humano; es aún opcional. Mañana, significará lo mismo que ser trumpista, fascista, o terrorista.
El Gran Despertar no debería ser únicamente una reacción del pueblo estadounidense. Necesitamos revisar las relaciones de Occidente con Oriente, y con el resto de países. Terminar con el dominio de Occidente, y pasar de la unipolaridad a la multipolaridad. Enterrar definitivamente la mentalidad eurocéntrica, y aceptar la pluralidad de civilizaciones. China, por ejemplo, tiene una economía liberal, una estructura política comunista, y una estrategia nacionalista.
En segundo lugar, no solo necesitamos luchar contra la política de género, la deshumanización, o el posthumanismo, sino que debemos recuperar lo que hemos perdido persiguiendo la modernidad.
El Gran Despertar debería ser un despertar del espíritu, del pensamiento, de la cultura, de nuestra tradición europea, euroasiática, asiática o islámica, para regresar a nuestras raíces. Entiendo el Gran Despertar, que acaba de comenzar, como una crítica radical de toda la modernidad, el centrismo occidental y el progreso tecnológico.
¿Qué puede decirnos del transhumanismo?
A la muerte de Dios, siguió lógicamente la del hombre, y esa fue la agenda oculta, real, del materialismo. El progreso afirma siempre que está luchando por la liberación de la humanidad, mejorar la vida de los seres humanos en la Tierra, pero ahora tenemos un grupo de pensadores futuristas que nos dicen: “Nada de eso. Seguir siendo humano es fascismo”. El transhumanismo es esencialmente un nuevo Occidente electrónico, empeñado en defender formas de vida post humanas, inteligencia artificial, robots, cyborgs, etc.
La ciencia se está convirtiendo en magia negra.
Los conservadores están tratando de salvar al ser humano, y los progresistas de destruirlo. Trabajan a favor de la inteligencia artificial posthumana, y no humana, porque no consideran al ser humano como dueño de su cuerpo y de sí mismo, sino como un instrumento imperfecto, que debe ser superado. Pero lo que debemos hacer si queremos salvarnos, es elegir entre ponernos del lado del pueblo, o del lado de la élite globalista.
Esta no es una guerra de Rusia con Ucrania. Es una confrontación con el globalismo planetario en todos los órdenes: económico, geopolítico e ideológico. Rusia rechaza la unipolaridad, el atlantismo, el liberalismo, la tecnocracia, el Gran Reinicio en definitiva, de ahí su legítima reacción, porque no tiene elección: o construye su mundo o desaparece.
Rusia ha iniciado la resistencia, pero su victoria será la todas las fuerzas alternativas, tanto de derecha como de izquierda, y de todos los pueblos.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: diepresse.com/elordenmundial.com /invertirjoven.com/ noticiariostelevisa.com/elinactual.com/Pharmaceutical-Technology.com
Fuentes:
https://www.foropatriotico.com/post/entrevista-a-aleksandr-dugin
Nota: La entrevista original del 9 de febrero de 2021 puede ser encontrada en: https://deutsche-stimme.de/alexander-dugin-nach-dem-tod-aggottes-folgt-logischerweise-der-tod-des-menschen/
Una traducción al inglés de la misma puede ser recuperada de: http://www.4pt.su/en/content/great-reset-and-great-awakening-interview-alexander-dugin-great-reset