La huelga del 8 de marzo, en principio es una huelga laboral aunque también pretende reivindicar otros objetivos mucho más ambiciosos. Pero, a juzgar por su título, pareciera que se trata de una huelga parcial que no afecta al conjunto de los trabajadores.
Como cualquier otra huelga tiene múltiples lecturas.
¿Exactamente qué es lo que se reivindica? Me temo que según a quién preguntemos nos dirá algo diferente, salvo que todas (dicho en femenino) se manifiestan por los derechos de la mujer y la igualdad. Derechos e igualdad respecto al hombre, nada respecto al sistema, respecto al capitalismo, lo que francamente es como no decir nada. Ya tenemos una Constitución en la que todo eso está recogido, es decir, que todos somos iguales y tenemos un montón de derechos, pero, millonarios en derechos, con eso nos quedamos.
En esta huelga se encontrarán, codo con codo, la asistenta y su señora, la funcionaria de carrera y la interina, la bien empleada y la desempleada, la bien pagada y la precaria, la de familia bien y la de familia desestructurada, la propietaria y la desahuciada, la que llega a fin de mes y la que le sobra la mitad.
En esta huelga la mujer también se encontrará con un montón de parados precarios –hombres-, unos con pocos estudios, y otros con un par de carreras y un par de idiomas.
En la huelga habrá mujeres mejor situadas que muchos hombres, por supuesto, pero la cuestión no está en si tú más o menos que yo, en si hay más o menos perjudicadas o perjudicados, sino en que nos hemos empeñado en “suprimir las clases sociales” como si no existieran.
El sistema productivo, el capitalismo, es el que configura la sociedad en clases y el que mal reparte riqueza y derechos. Al capitalismo hay que reconocerle la virtud de no ser ni xenófobo, ni racista ni misógino, es decir, que le da igual a quién explota, porque su prioridad es una sola: obtener la mayor rentabilidad y aumentarla tanto como sea posible.
Hoy y ahora el género es un problema, pero el futuro de una persona depende mucho más de la “clase social” en la que nace. Convocar huelga sin definir exactamente qué objetivos concretos se reivindican y quien y cómo los ha de resolver, no pasa de ser un brindis al sol.
(Extracto. Adaptación libre)
Imagen: El Búho – El Mundo