En julio de 2019, el programa This Morning del canal ITV transmitió en directo la boda de la modelo Elizabeth Hoad de 49 años con su golden retriever, Logan, al que había sacado de un orfanato de perros hacía un año.
El enlace marital se celebró en un estudio de televisión, oficiado por una de las presentadoras del mismo, Alison Hammond, exconcursante de Gran Hermano, porque las autoridades religiosas rechazaron la solicitud de Hoad de realizar el enlace en una iglesia católica.
Anteriormente Hoad había mantenido relaciones sentimentales con estrellas del golf como Seve Ballesteros, o el piloto de Fórmula 1 James Hunt, pero después de muchos fracasos amorosos, y dar a luz a un hijo, que tiene ahora 25 años, decidió que el hombre de su vida iba a ser en adelante su fiel perro Logan. “Me dí cuenta de que estábamos hechos el uno para el otro. Pensé que podría ser una buena idea casarme con él, porque nunca se aleja de mi lado, me es fiel y nos queremos. Algunos podrán decir que estoy loca, pero me siento estupendamente”.
El can en vez de argolla recibió un brazalete en una de sus patas. Los telespectadores pudieron ver como la mujer, que lucía un vestido de novia blanco, y el perro, que vestía esmoquin y sombrero de copa, caminaban juntos hacia el altar. 20 personas asistieron al banquete nupcial que se celebró antes de la luna de miel en un hotel apto para perros.
Pero ella no ha sido la primera, ni será la última. En 2014, Barbarella Buchner, del Reino Unido, se casó con sus dos gatos, Lugosi y Spider, sin cometer bigamia. La mujer de 48 años pasó su luna de miel con los felinos en las Islas Canarias.
Dominique Lesbirel, una holandesa de 41 años, estuvo casada 8 años con su gato Doerack, y después de quedarse viuda, se casó con su perro Travis, del que se había vuelto inseparable, y al que conoció en un viaje a Grecia. Dominique tiene pareja humana, y lleva la página Marryyourpet.com, para que cualquier persona pueda casarse con su mascota favorita o casar animales domésticos entre sí.
En 2014 Mangli Munda, de 18 años, se casó con Sheru, un perro callejero elegido por su padre, que fue llevado al enlace nupcial en un coche con chófer, respetando todas las tradiciones hindúes, para librarse del mal de ojo y los espíritus malignos. Según la una extendida creencia, casarse con un perro asegura la longevidad y un segundo matrimonio exitoso con un hombre, sin tener que divorciarse del animal.
En noviembre de 2007, P. Selva Kumar, un hindú de 33 años, del sur de la India, tuvo que casarse con una perra vagabunda llamada Selvi como castigo por haber matado a pedradas a dos perros y colgarlos de un árbol, tras lo que quedó paralizado de piernas y manos y sordo de un oído, debido a un maleficio por su mala conducta. La propia familia se encargó de bañar y vestir al can, a quien adornaron con collares y un sari naranja, y desposaron en un templo hindú con toda solemnidad.
En 2010, un adolescente de Indonesia fue obligado a contraer nupcias con su vaca cuando se descubrió que estaba teniendo sexo con ella. El chico se quedó viudo cuando la vaca se ahogó en el mar (no sabía nadar).
En febrero de 2006, un hombre de Sudán llamado Charles Tombe fue descubierto teniendo relaciones con la cabra de un vecino. Un tribunal obligó a Tombe a casarse con el animal, después de pagar una dote de 75 dólares a su dueño.
En junio de 2006 Bimbala Das, una mujer de la India se enamoró de una serpiente a raíz de que la mujer, que había estado enferma, se recuperara después de comenzar a cuidar de ella. La boda, oficiada por un sacerdote, se celebró ante más de 2.000 invitados, aunque la cobra no asistió a la boda, ya que se quedó en su hogar, un hormiguero cercano a la casa de la novia, por lo que se colocó una réplica de latón del reptil al lado de ella.
Pero aún hay quien ha ido más lejos. El peruano Richard Torres se casó con un árbol.
Nathaniel de 27 años se casó con su Chevrolet Monte Carlo. “Me froto con él y así mantenemos relaciones sexuales”, explicó.
En 2015 un joven ruso de 22 años, cansado de no encontrar a una chica que le quisiera lo suficiente, decidió que no quería estar más tiempo soltero, así que contrajo matrimonio con una pizza. El chico aseguró que era la novia que tenía más a mano, que la pizza es su comida favorita y que “las relaciones humanas son muy complicadas”, pero que como ella “no le rechaza ni le traiciona, el amor nunca le fallará, porque el amor por las personas es impredecible, mientras que el amor por la comida es eterno”.
Aunque las autoridades se negaron a concederle autorización legal para casarse con su prometida, él celebró la boda por todo lo alto. Le puso un velo blanco a la ‘novia’, brindó con cava con ella y la pizzería Makelove le dio un certificado de matrimonio. Lo que no se sabe, es si su mujer, la pizza, sigue aún viva.
Eija-Riitta vio en la tele el Muro de Berlín, y en 1979 contrajo matrimonio con la pared que dividía en dos a Alemania. Se cambió el apellido de soltera y ahora es la señora Berliner-Mauer («Muro de Berlín» en alemán). La caída del Muro fue realmente traumática para ella, que no ha vuelto a la zona, y sería incapaz de faltar al respeto a la memoria de su marido: «La Gran Muralla de China es atractiva, pero es demasiado gruesa; mi marido es mucho más sexy», afirma.
En 1999, el taiwanés Chang Hsi-hsum de 50 años decidió casarse con una Barbie, no hinchable, de 30 centímetros en un templo budista, siendo éste su tercer matrimonio.
Sal9000, un aficionado japonés a los videojuegos, contrajo matrimonio con Nene Anegasaki, personaje virtual de un videojuego de su Nintendo, en el Instituto Tecnológico de Tokio, con invitados «reales», incluido un sacerdote, que «ofició» la ceremonia.
En diciembre de 2018, 15 mujeres, la mayoría vestidas de blanco, se casaron consigo mismas en la sala Bilborock de la capital vizcaina bajo la presidencia de la concejala del Ayuntamiento de Bilbao Carmen Muñoz, en una ceremonia con más de 100 invitados oficiada por la edil de Podemos, Carmen Muñoz. «Si, me quiero y me comprometo a cuidarme, quererme y serme fiel todos los días de mi vida”, dijeron las novias, respondiéndoles la concejala que: “En virtud de mis poderes os declaro en matrimonio con vosotras mismas».
Una bilbaína cuenta que casarse consigo misma «ha marcado un antes y un después en su vida», aunque confiesa, eso sí, que no ha podido evitar ponerse algunas veces «los cuernos».
“No queremos ser costilla de nadie, no necesitamos un príncipe azul, ni una media naranja”, dijo una. Juncal, otra de ellas, está felizmente casada y tiene dos hijos. También, vive en pareja y tiene un niño, Sandra, que dijo que: “he venido aquí porque mi chaval no quiere casarse”. Alguna señaló que “la masturbación es el momento del encuentro íntimo con una misma”, y todas se comprometieron a “quererse y cuidar de sí mismas”, renunciando a “cargar con mochilas ajenas”. Antes tuvieron que hacer un cursillo prematrimonial.
En junio de 2016 nueve mujeres se casaron en el Ayuntamiento de Sopela, haciendo Jone Aureko-extea, concejala de EH Bildu, de maestra de ceremonias. Marie Nutini una de las novias, con 68 años, dos hijos y dos matrimonios fallidos, manifestó que ésta había sido su «boda más bonita». Cuenta Marie que ese día especial se vistió de rojo, y que en el banquete – ella que rara vez bebe alcohol – se emborrachó. Después, durante 10 días disfrutó de su luna de miel en solitario en Balí.
Antes, en 2011, May Serrano y nueve mujeres más de Bilbao, del colectivo de Mujeres Imperfectas, que está en contra del amor romántico, ya se habían dado el ‘¡Sí, me quiero!’ en una ceremonia oficiada por la actriz Maribel Salas.
Ana Isabel González, 39 años y fundadora de la empresa de risoterapia [Risasana], fue de las primeras en casarse consigo mismas y desde entonces, al menos otras 43 mujeres más han seguido sus pasos.
Hace ya unos cuantos años, una conocida mía se casó consigo misma. El banquete se celebró en el lugar de moda de mi zona, mi conocida llegó en un coche espectacular acompañada de sus padres, hubo una extensa lista de regalos y de invitados, tarta de varios pisos y barra libre hasta las tantas. Su vestido era blanco y ella misma acabó reconociendo que “como no tenía demasiada esperanza de acabar casándose algún día, quería vivir la magia de una boda”.
La primera mujer casada consigo mismo en el mundo de la que se tiene conocimiento, fue Linda Baker, que celebró su enlace en 1993 con 75 invitados, cuando acababa de cumplir 40 años.
En 2014, salió a la luz el caso de Grace Gelder, que llevaba seis años sin pareja y que 5 años después de su autoboda, no se ha divorciado aún de sí misma, a pesar de que sale con otras personas, en un modelo de relación que ella denomina como “sologamia abierta”.
La ventaja de este tipo de enlace es que después del divorcio, nadie se pelea por los bienes y los niños.
En ningún país existe validez legal para este tipo de uniones, pero eso no impide que proliferen las novias y las empresas especializadas en autobodas: Solo Wedding, en Japón, ofrece paquetes personalizables y I Married Me, en Estados Unidos, dispone de todo tipo de artículos para estos eventos.
Se trata de una tendencia en auge, que se está convirtiendo a la vez en una nueva moda y constituye también un lucrativo negocio.
De lo que no tenemos noticia es de autobodas de hombres.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: peoplesdigest instagran|Sarkastickid.com|La Vanguardia|Radio Bilbao Cadena Ser|es.aleteia.org| schnauzi.com|You Tube|cuantafauna.com|gazetaonline.com.br
https://www.pulzo.com/virales/mujer-casa-con-su-perro-programa-television-video-viral-PP744965
https://www.20minutos.es/noticia/126953/0/mujer/matrimonio/serpiente/
https://www.20minutos.es/noticia/306001/0/hombre/boda/perro/
https://www.lavanguardia.com/gente/20151120/30296560570/joven-ruso-boda-pizza-amor-viral.html
https://www.lavanguardia.com/vida/20140904/54415663540/chica-casa-perro-maldicion.html
https://www.deia.eus/2018/06/09/bizkaia/bilbao/si-me-quiero
https://www.elmundo.es/cronica/2017/11/17/5a05e578468aeb0c548b4607.html
https://www.que.es/curiosas/201511211712-casa-pizza-porque-traiciona-amor.html