Los males del golpe de estado de 1936 y de la posterior dictadura franquista, ni son exclusivos ni han afectado solo a Cataluña, que es tan víctima y tan responsable como el resto de todo lo sucedido desde entonces hasta ahora.

Cataluña no es ninguna comunidad más histórica o más singular que las otras, y las políticas del Gobierno Central y de los partidos en el poder, PP y PSOE, apoyados siempre por los partidos nacionalistas, principalmente CIU, rebautizado ahora como PDeCAT, y PNV, nos afectan a todos por igual. La Ley Mordaza o el endurecimiento del Código Penal no han sido pensadas especialmente para Cataluña, sino para todas las comunidades.

Cataluña es corresponsable de todo ello, así como de los recortes sociales, de la privatización de los servicios públicos susceptibles de ser negocio, de la corrupción, del paro, de los desahucios de miles de familias, de las políticas laborales y de la servidumbre ante la OTAN y a la Troika, porque está tan inmersa en el modelo neoliberal como cualquier otra comunidad. Pero de eso nada se dice y nadie habla de ello.

El referéndum es una batalla en pro de un proyecto que nace muerto porque la votación no va a ir más allá de lo puramente  simbólico, en medio de una gran represión en la que hasta sangre puede haber, como si no hubiera otras luchas con verdadero contenido y, sobre todo, menos sesgadas.

No otra cosa es todo este follón de urnas, papeletas y derecho a votar.  No se trata de defender estos derechos como si estuvieran en peligro, porque desde la Transición del 78 estamos hartos de votar, Cataluña incluida, pero ahora, antes de votar, tendría que saber qué programa y qué contenidos, no hacerlo a ciegas.

No se ve otro final a esta lucha sin cuartel del Referéndum que una escalada de la represión tanto en Cataluña como en el resto de España. Represión que nos caerá a todos sobre las libertades básicas y, cómo no, en lo económico, con una vuelta de tuerca más en los recortes, en las prestaciones sociales y en las condiciones laborales. Todo ello a favor de una mayor corrupción y una mayor brecha social que ahora han pasado a segundo plano.

Muchos creen que han desaparecido las clases sociales y que lo de “proletarios unidos” está caducado porque ya no existen proletarios, cuando la desigualdad de riqueza es mayor que nunca y los medios de producción cada vez están en menos manos.

Estamos ante una lucha de intereses, pero no de clase, sino de burguesías. Menos referéndums y urnas, y más reivindicaciones y movilizaciones sociales y laborales que, seguro, que no serán bien vistas ni por los Gobiernos de España ni de Cataluña.

(Extracto. Adaptación libre)


Imagen: EFE

Fuente: http://asturbulla.org/asturbulla.org/index.php/territorios/espana-sp-854371532/33560-parece-que-solo-cataluna-perdio-la-guerra-que-es-la-unica-victima-de-la-transicion-del-78-y-la-unica-comunidad-historica

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