
Conspiranoia contra verdad oficial
El mayor problema de la gente es que, aunque sus opiniones, creencias y pensamientos no sean suyos, cree que piensa con su cabeza.
El mayor problema de la gente es que, aunque sus opiniones, creencias y pensamientos no sean suyos, cree que piensa con su cabeza.
Estamos ante una concepción individualista de la felicidad que resta importancia a las condiciones sociales y políticas, que son las coordenadas vitales en que nos movemos.
En cuarentena o no, es duro ser uno mismo.
En 2010, al inicio de la crisis, la Generalitat destinaba el 30% de su presupuesto a la sanidad pública; en 2020, destina el 23%.
Lo realmente terrible de este caso es comprobar como decir la verdad se está convirtiendo en un crimen, y se está condenando a muerte la libertad de prensa.
Tres gotitas de mocos en el aire, nos han puesto a cuidar ancianos, a anteponer lo público a lo privado, y a valorar la sanidad por encima del negocio.