La cuota o fracción de estupidez se mantiene constante e invariable en todos los grupos humanos, afectando por igual a hombres que a mujeres. En cualquier ambiente uno deberá enfrentarse a la misma proporción de gente estúpida. Que algunos estúpidos causan perjuicios limitados, dependerá tan sólo de la posición de poder o autoridad que ocupen en la sociedad.
Trocear la soberanía, como pretenden los nacionalistas, en un mundo globalizado, solo contribuye a debilitar al Estado y servírselo en bandeja a las grandes multinacionales.
La cúpula del viejo PSOE ha apostado por Rajoy y el PP, el partido más corrupto que conoció España en su historia. Están defendiendo sus privilegios como la nobleza antigua y son capaces de todo con tal de que no se levanten las alfombras.
El temor reverencial que despierta la Iglesia Católica entre las comunidades indígenas de México, y la protección, poder e influencia de que goza dicha institución en las esferas gubernamentales del país, han obrado el milagro.
En 2015, nuestro país sólo puso en servicio 49 nuevos megavatios de potencia fotovoltaica. mientras que el Reino Unido instaló el año pasado 3.500, seguido por Alemania, con 1.500 y Francia, con 900. Hasta la ciudad de Bruselas, colocó más potencia fotovoltaica que todo España junta: 51 megavatios.
Por supuesto que existen tensiones, diferencias y enfrentamientos. Lo raro sería que no las hubiese en un partido salido de la nada, crecido con incorporaciones de procedencias dispares, y que para implantarse en todo el país, ha tenido que sumar a toda prisa miles de candidatos en medio de un entorno hostil.
