Un grupo de expertos en Inteligencia Artificial ha participado en un estudio de la Universidad de Stanford que intenta predecir el impacto que esta tecnología tendrá en los próximos años.
¿Pero qué es la inteligencia artificial? Una definición clásica, formal, sería aquella en la que una máquina es «inteligente» cuando se comporta como un agente racional, flexible, que percibe su entorno, y lleva a cabo acciones para lograr sus objetivos o tareas. Otra definición sería la del Test de Turing, según la cual se puede considerar que existe verdadera inteligencia artificial cuando no podemos determinar si estamos interactuando con un ser humano o con una máquina.
Estos científicos han publicado un documento llamado Artificial Intelligence and Life in 2030, en el que intentan predecir cómo afectará esta tecnología a nuestra vida cotidiana en el campo de la salud, la seguridad, el entretenimiento, la educación, el transporte, etc.
Transportes: lo harán vehículos autónomos.
Los transportes serán con toda probabilidad una de las primeras áreas en las que la gente tendrá que confiar en las IA. Los coches autónomos serán pronto habituales, reemplazando progresivamente a los conductores humanos. Conforme los vehículos circulen de forma más eficiente que las personas, estas tendrán menos coches en propiedad.
Robots domésticos.
Se incrementará el uso de robots como si se tratase de un electrodoméstico más. Dichas máquinas podrán entregar paquetes, limpiar oficinas, hacer tareas domésticas y mejorar la seguridad del hogar.
Pero dentro de quince años se espera que vayan mucho más allá de la limpieza o cocinar y que los avances realizados en la comprensión del habla por parte de ellos, permitan que se conviertan en asistentes personales.
También aumentará la introducción de los robots en los laboratorios. Con el tiempo se han ido usando brazos mecánicos autónomos para efectuar tareas delicadas, con un coste reducido y más seguro.
Salud y medicina: monitorización de los pacientes.
La inteligencia artificial podrá efectuar diagnósticos, tomar decisiones clínicas y medidas de prevención en pacientes de riesgo. Asimismo, se encargará del seguimiento, control y análisis detallado de la salud del paciente.
Asumirá también mucho protagonismo en el cuidado de personas mayores, llevando la gestión personalizada de los mismos.
Educación: sistemas de aprendizaje inteligentes.
Habrá «profesores robot» que enseñarán y corregirán exámenes, conforme se generalice la educación online, lo que en el futuro permitirá que no se tenga que limitar el número de alumnos que asisten a una clase.
Seguridad ciudadana: control en la calle y en el ciberespacio.
Para el año 2030 las ciudades modernas se apoyarán en la vigilancia automatizada, controlando las ciudades con cámaras y drones en tiempo real, a la vez que se incorporarán a las fuerzas del orden como agentes. De la misma forma, los sistemas de seguridad informática se volverán más sofisticados y complejos.
Trabajo: habrá muchos sectores ocupados por robots.
La mayoría de los trabajos no especializados serán llevados a cabo por máquinas, pero se necesitarán trabajadores cualificados para mantener dichas máquinas y crear otras nuevas, aunque el manejo de grandes volúmenes de datos por parte de las IA podría provocar el colapso de muchos despachos y bufetes de abogados, gestores, intermediarios financieros, administrativos, etc.
Ocio: el futuro estará en la red.
La forma en que los seres humanos utilizan la red para jugar, compartir vivencias en redes sociales, ver vídeos de todo tipo, películas y series, generará un nuevo mundo de contenidos.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: muycomputerpro.com|tripletremelo.com