Desde tiempo inmemorial, poseer información ha sido signo inequívoco de poder y condición básica de dominio.
En principio, todo aquello que se puede conectar a internet es susceptible de ser utilizado para espiarnos: nuestros ordenadores, tabletas y teléfonos móviles, pero también televisores, cámaras, videoconsolas, lavadoras, hornos, neveras, etc.; todos esos aparatos cotidianos que nos rodean y que componen el denominado Internet de las Cosas.
Y, aunque el móvil y la redes sociales siguen constituyendo la mayor fuente de información sobre nosotros, recientemente, fueron descubiertas en Rusia unas cafeteras y planchas procedentes de China que traían incorporados micrófonos y microcámaras, así como unos chips integrados que se conectaban a internet, enviando a un servidor desconocido imágenes y audio de la vida cotidiana del usuario.
Actualmente, incluso desactivar el micrófono o la cámara de un teléfono o un ordenador, no es suficiente para impedir que te graben, ya que se pueden controlar remotamente.
Investigadores israelíes han desarrollado un programa que puede transformar los cascos, que utilizamos para escuchar música o películas, en un micrófono para escucharnos sin que nos enteremos.
El informático inglés Jason Huntley, tuvo un día la brillante idea de conectar su portátil a su televisor inteligente de Samsung para analizar qué información enviaba éste por internet, y descubrió que no solo comunicaba a un servidor en Corea del Sur los canales que veía, sino que si efectuaba compras con el mando, la cuenta bancaria así como las claves de acceso e incluso las fotografías y videos familiares que veía en su televisor también iban allí y, aunque intentó desactivarlo no tuvo éxito.
Se calcula que para el año 2020 habrá más de 26.000 millones de dispositivos conectados a internet: más que personas. Aunque nos lo vendan como un avance para nuestra comodidad, ya que nuestra nevera sabrá que productos le faltan y se conectará sola con el supermercado para solicitarlos, también podrá ser un formidable instrumento de vigilancia de nuestro hogar desde dentro.
¿Son seguros nuestros electrodomésticos o deberíamos desconfiar de ellos?, ¿trabajan por nosotros o contra nosotros?
Porque van a saber todas las actividades que realizamos, nuestras costumbres, lo que hablamos, lo que comemos, lo que compramos, lo que gastamos, lo que consumimos… todo, absolutamente todo.
Aunque tú no seas un delincuente ni tengas nada especial que ocultar, ¿estás seguro de que no te importará que tu marido, hijos, esposa, vecinos, jefes o compañeros de trabajo, puedan llegar a conocer todas las intimidades de tu vida, si a alguien le interesa utilizarlas y quiere divulgarlas?
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: reason why| portalprogramas
Fuente: http://buscandolaverdad.es/2016/11/26/ahora-incluso-los-auriculares-pueden-espiarnos/
http://informeinsolito.com/descubre-como-nos-espian-los-gobiernos