Cada año los seres humanos liberan alrededor de 40.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
De esa cifra, de acuerdo con el Observatorio Terrestre de la NASA, 8.400 millones de toneladas se atribuyen a la quema de combustibles fósiles, siendo los países más contaminantes China, EEUU, la UE, India, Rusia, Japón, Canadá y Brasil, aunque en términos de emisiones per cápita, EEUU y Canadá son los mayores contaminadores del planeta.
El CO2 supone aproximadamente el 76 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano. En concreto, la combustión de carbón, gas y petróleo es la principal actividad humana que libera CO2. El transporte, que se basa en el petróleo, representa el 34,2%, del total, la industria es responsable del 15,4% de las emisiones, y los hogares del 10%. Pero el CO2 no es el único gas contaminante. La mitad de todo el monóxido de carbono y del óxido de nitrógeno, y la cuarta parte de los hidrocarburos aromáticos, se pueden atribuir también al transporte.
El continente menos contaminante es de lejos África, porque cuanto más se occidentalizan los países, más contaminan.
Según la Organización Mundial de la Salud, 7 millones de personas mueren cada año como resultado de la exposición a la contaminación del aire, lo que equivale a una de cada 8 personas que fallecen en el mundo. La contaminación está relacionada con el cáncer, las enfermedades isquémicas del corazón (arterias), las respiratorias (enfisema, bronquitis) y los accidentes cerebrovasculares (ictus).
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: El Nuevo Diario|Diario Medico
Traducción: Enrique García