Científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk (Rusia), registraron una emisión récord de metano en el mar de Siberia Oriental mientras realizaban una expedición en las aguas árticas para estudiar el deshielo del permafrost.
Durante su expedición a bordo del buque de investigación los científicos observaron una mancha de color esmeralda en el agua oscura. Al acercarse, pudieron observar cómo el gas se elevaba desde las profundidades del mar hasta la superficie formando miles de burbujas.
El área de la fuente de gas era de cuatro a cinco metros cuadrados. Generalmente descubrir filtraciones entre las olas oceánicas es más difícil que encontrar una aguja en un pajar, pero los miembros de la expedición al día siguiente se toparon con otra fuente gigante de metano de aproximadamente el mismo tamaño. En dicho lugar se detectó un fuerte aumento de la concentración de metano en el aire, entre 6 y 7 veces mayor, que los valores planetarios medios.
«Es la emisión más poderosa que he visto en mi vida. Nadie antes había registrado nada parecido», señaló el líder de la expedición, Ígor Semilétov, quien aclaró que era la primera vez en sus 45 expediciones al Ártico que descubría una emisión tan potente.
Si bien el gas metano que hay en la atmósfera es producido por seres vivos, el metano presente en el fondo marino procede de una «fuente de energía química» de origen geológico, que no involucra materia orgánica.
Los investigadores del Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) han demostrado que se puede formar metano con tan solo la presencia de dos componentes: agua y olivino (principal mineral que compone el manto superior terrestre). Cuando el agua de mar que fluye a través de la corteza oceánica profunda queda atrapada en el olivino caliente, experimenta una reacción química dando como resultado hidrógeno y metano. La cantidad de metano presente en estos almacenes oceánicos, sellado y confinado dentro de la roca, excede la cantidad presente en la atmósfera antes de la era industrial.
El metano es inicialmente unas 100 veces más potente como gas de efecto invernadero que el CO2, lo que sucede es que el primero permanece en la atmósfera durante 6 ó 7 décadas, mientras que el CO2 se queda ahí durante siglos, pero transcurrido ese tiempo el impacto de los dos gases se iguala, y a partir de ahí el papel del metano se reduce.
Actualmente el metano contribuye al calentamiento global en un 15%.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: pixabay.com|imco.org.mx|microbiologiaumh.blogspot.com
Fuentes: https://actualidad.rt.com/actualidad/329682-cientificos-rusia-registrar-emision-metano-chukotka
https://actualidad.rt.com/actualidad/324759-investigacion-revelar-gigantesco-deposito-metano-oceano