La religión hindú establece que cada persona al nacer pertenece a una de estas cuatro castas: brahamanes, kshatriyas, vaishyas y sudras, denominadas varna. Una suerte de clases sociales hereditarias. Fuera de ellas, en el nivel más bajo, se encuentran los dalits, los intocables, seres marginados, apestados y malditos, que suponen el 16% de la población de la India, 200 millones de personas.

El rígido sistema de castas de la sociedad hindú determina el estatus social de la persona, desde en qué oficio puede trabajar, hasta con quién se puede casar, sin que pueda hacer nada para escapar de él. 

La religión hindú defiende que los intocables son impuros, lo que los ha convertido en los miembros más pobres y explotados de la sociedad, víctimas habituales de palizas, violaciones y asesinatos. Como seres inferiores, no pueden tener posesiones, les está prohibido utilizar ciertas calles por el riesgo de que algún miembro de una casta superior sea contaminado por su sombra, se les impide acudir a las escuelas públicas, y, en muchos pueblos se les niega el derecho a beber del mismo agua que el resto de vecinos, y han de tomarla de los abrevaderos para el ganado, o de donde otros lavan sus ropas.

Gandhi pertenecía a la subcasta bania de comerciantesa dentro de la casta vaishya, y era hijo del primer ministro del estado de Porbandar, lo que le permitió estudiar derecho en el University College de Londres.

Por el contrario, B. R. Ambedkar nació en el seno de una familia dalit, aunque por su esfuerzo y méritos, superando numerosos obstáculos, llegó a ser un abogado y político de éxito. Una excepción entre los de su clase, que consagró su vida a combatir el sistema de castas y la penosa situación de los intocables, lo que le enfrentó con Gandhi.

«Socialmente, los dalits son leprosos», reconoció Gandhi , «económicamente, están peor que los esclavos, y en lo religioso se les niega la entrada a los lugares sagrados que los devotos llaman ‘casas de Dios'». Sin embargo Gandhi consideraba la religión hindú como el elemento vertebrador de la India, por lo que era un firme defensor de la misma, aunque se mostrara tolerante con las demás creencias. Una postura – asumida por el Partido del Congreso, incluso antes de que Gandhi se convirtiera en su líder – que originó dos problemas que a día de hoy día continúan sin solución: el conflicto hindú-musulmán, que desembocó en la separación de Pakistán de la India, y la perpetuación del sistema de castas.

La posición moderada de Gandhi lo alejó del nacionalismo hindú más extremo, que terminó asesinándolo. Pero, aunque condenara los abusos que sufrían los dalits, su fe hinduista le llevó a aceptar el sistema de castas, al que veía, no como una institución hecha por el hombre, sino como «la ley natural de la vida que gobierna la familia humana». Pensaba que si el sistema funcionaba mal, era por culpa de las personas, no porque fuera intrínsecamente perverso, y por eso siempre se negó a abolirlo.

“Al Sr. Gandhi parece importarle más el templo y la religión, que la suerte de sus semejantes”, le reprochó Ambedkar, repitiendo una y otra vez, que las castas no sólo no eran admisibles, sino que representaban el principal obstáculo para hacer de la India un país democrático, al socavar los puentes que hacían posible la convivencia. Convertir la religión en el elemento rector de la vida de un país, le parecía un disparate. “Para muchos hindúes el Sr. Gandhi es un oráculo tan grande que cuando abre la boca se espera que el tema se dé por zanjado y ningún perro ladre, pero el mundo le debe mucho a quienes se atreven a discutir que ni él, ni ningún pontífice, es infalible”.

Aunque Ambedkar logró que la Constitución de la India prohibiera la exclusión de los intocables de la política y la vida pública, para él fue una victoria amarga, porque mantuvo inalterable el sistema de castas. El día de la entrada en vigor de la nueva y flamante Constitución de la India, Ambedkar declaró: “el 26 de enero de 1950 vamos a inaugurar una etapa llena de contradicciones. En el plano político tendremos igualdad, y en la vida social discriminación. Esta Constitución sólo va a servir para legitimar, en mayor o menor medida, las diferencias sociales que supuestamente pretende erradicar”.

Lamentablemente, el tiempo le ha dado la razón.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Alamy|Okdiario|ABC.es|careerride.com

Fuentes: https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/contra-gandhi-el-radicalismo-constitucional-de-b-r-ambedkarhttps://okdiario.com/curiosidades/quienes-son-intocables-india-4794019 https://es.triangleinnovationhub.com/mahatma-gandhi-views-caste-/ Wikipedia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Imágenes: Alamy|ABC.es|careerride.com

ambedkar gandhi

https://okdiario.com/curiosidades/quienes-son-intocables-india-4794019

https://es.triangleinnovationhub.com/mahatma-gandhi-views-caste-system

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad