El gobierno socialista portugués con el apoyo del Partido Comunista, el Bloque de Izquierda y Los Verdes, ha acordado impulsar una legislación progresista que permitirá incrementar los salarios y las pensiones e implantar la jornada semanal de 35 horas, desafiando las imposiciones de la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea).
Esa alianza ha logrado lo que se creía imposible: neutralizar los efectos de la política de recortes sobre los ingresos de los asalariados.
El gran acierto del Primer Ministro Antonio Costa, del Partido Socialista, ha consistido en ser capaz de forjar una coalición programática con los partidos de izquierda de Portugal. Los frutos de esa alianza están a la vista: la derrota de las políticas de austeridad, receta única de la Troika, para superar la crisis, que lo único que han conseguido es agravarla aún más.
Y eso a pesar de que el Jefe de Estado es Marcelo Rebelo de Sousa, un veterano conservador. El Primer Ministro Costa, tuvo que aceptar, para garantizar la gobernabilidad, el compromiso con los Verdes de no privatizar el agua; los comunistas le exigieron a su vez estatizar el transporte en Oporto y Lisboa, así como recuperar los derechos arrebatados a los pensionistas.
De igual manera el gobierno ha tenido que revertir las rebajas de sueldos a los funcionarios y empleados públicos; eliminar los desahucios, y renegociar la deuda externa. Debido a ello, la troika ve en la política progresista lusa un riesgo para sus medidas de recortes, ya que de ser impulsadas en otros países de Europa, perdería fuerza su autoridad y podría saltar en mil pedazos el modelo neoliberal de abaratamiento de costes laborales y desmontaje de Estado de Bienestar que pretende aplicar.
(Extracto. Adaptación libre)
Imagen: efe
Fuente: http://www.semanariovoz.com/2016/08/05/la-izquierda-rompe-el-neoliberalismo-en-portugal/