El ataque israelí del martes 4 de agosto de 2020, se realizó contra un lugar, el puerto de Beirut, que Benyamin Netanyahu había designado el 27 de septiembre de 2018, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, como un depósito de armas del Hezbollah.
La nueva arma utilizada fue un misil dotado de un componente nuclear, y por eso la segunda detonación generó el “hongo” característico de las explosiones atómicas, aunque, por supuesto, no se tratara de una “bomba atómica” convencional, como las ya conocidas.
Este hongo no se produjo cuando el 18 de febrero de 2004, un tren iraní que transportaba nitrato de amonio y petróleo explotó en la estación de Omar Jayyam, dejando 300 muertos y 250 heridos.
Además de arrasar el puerto de Beirut, la deflagración causó casi 200 muertos, cientos de desaparecidos y más de 5.000 heridos, destruyendo el sector este de la capital del Líbano y dejando un cráter de 43 metros de profundidad.
Un arma que Israel ya había ensayado, en enero de 2020, en suelo sirio y posteriormente contra barcos iraníes en el Golfo Pérsico. Siria se abstuvo de mencionarla cuando fue utilizada en su territorio; Irán también prefirió callar; y en Líbano los partidos políticos libaneses han acordado también no revelarlo para no desmoralizar a la población.
Inmediatamente después del ataque Israel activó sus redes de propaganda internacional para esconder el crimen y hacer creer a la opinión pública la versión de la explosión accidental de un cargamento de fertilizante nitrogenado.
Hoy estamos viendo un hecho similar al atentado que costó la vida a Rafic Hariri, el exprimer ministro libanés en 2005.
Entonces la bomba de un vehículo, sirvió para ocultar el misil que lo mató. Ahora, la primera explosión en el puerto, ocultó la nueva arma empleada en la segunda.
Cinco años después del atentado que le costó la vida a Rafic Hariri, revelé en una revista rusa cómo se realizó el atentado mortal contra el ex primer ministro libanés, y Hezbollah publicó también un video demostrando la implicación de Israel en dicho asesinato.
Esta vez algunas embajadas han recogido muestras en el lugar de los hechos, fundamentalmente granos almacenados en el silo situado en el lugar de las explosiones, y filtros de aire de las ambulancias que acudieron a prestar ayuda. Muestras que ya están siendo analizadas.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: voltairenet.org
https://www.voltairenet.org/article210674.html
https://blogs.publico.es/puntoyseguido/6611/quien-prendio-fuego-al-puerto-de-beirut/
