El consumo de estos analgésicos ha provocado una epidemia que genera más muertes «que los homicidios con armas de fuego y los accidentes automovilísticos juntos», según un informe oficial.

Los fármacos opiáceos que ya han matado más americanos que la guerra de Vietnam, le cuestan al país alrededor de 500.000 millones de dólares al año y constituyen uno de los problemas de salud pública más graves de Estados Unidos. Su impacto es superior al del sida y reducen la esperanza de vida media de los estadounidenses que, de hecho, es menor que la de otros países ricos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés), el abuso en EEUU de fármacos opiáceos contra el dolor mató sólo en 2016 a más de 42.000 ciudadanos, un 28 % más que el año anterior y cinco veces más que en 1999. Entre ellos el cantante Prince. El problema de estos medicamentos es que causan adicción. De las 69.000 personas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que fallecen cada año en el mundo por sobredosis de opioides, EEUU es el líder aventajado:

Aunque esas estadísticas incluyen a los adictos a la heroína, que es una droga ilegal a la que no puede acceder con receta médica, el Journal of American Medical Association Psychiatry 2017 afirma que el 50% de los adictos a los opioides llegó a ellos por prescripción médica para el dolor y que el 80 % pasaron por una etapa previa de abuso de analgésicos legales. De hecho, los CDC certifican que un 20 % de las personas que recibieron una prescripción inicial para 10 días los siguieron tomando durante más de un año.

Los opioides son medicamentos que alivian el dolor, reduciendo la intensidad de las estímulos que se reciben como la hidrocodona (Vicodina),  la oxicodona (OxyContin y Percocet), la morfina (Kadian y Avinza), el fentanilo y la codeína. El OxyContin es un fármaco opiáceo dos veces más potente que la morfina,

Son productos de hidrocodona que se suelen emplear para aliviar dolores agudos, generalmente antes y después de procedimientos quirúrgicos.

No tener un sistema de salud universal público obliga a los ciudadanos de EE.UU. a pagar un seguro médico, pero los planes sanitarios suelen ser bastante básicos, sobre todo los de personas pobres, y no cubren tratamientos que requieren más de una consulta, así que las pastillas les brindan una salida rápida a la falta de recursos.

La publicidad de fármacos no cesa de crecer en EEUU y Nueva Zelanda, los dos únicos países que permiten promocionar en televisión medicamentos que requieren receta médica. Según una investigación de la compañía Kantar, el gasto en publicidad de las compañías farmacéuticas en EE.UU. alcanzó los 6.400 millones de dólares en 2016, experimentando un aumento del 64 % desde 2012.

Tener contentos a los médicos, que son quienes en última instancia firman las recetas, es otro de los puntos que los laboratorios tienen muy en cuenta. Las compañías farmacéuticas pagaron en 2016 más de 8.000 millones de dólares a 630.000 médicos.

En diciembre de 2018, un juez aprobó que siguiera adelante una demanda colectiva presentada por abogados de 1.400 ciudades y condados de EEUU contra varios laboratorios farmacéuticos.

El magistrado Dan Polster señaló en su resolución que era correcto describir la ola de adicciones a opiáceos que aflige a EEUU como «una plaga creada por el ser humano». Por eso la firma farmacéutica Purdue Pharma ha aceptado pagar 270 millones de dólares al estado de Oklahoma, en una de las más de 1.600 demandas presentadas contra ella por su presunta responsabilidad en ella.

A dicha compañía se le acusaba de efectuar una campaña agresiva de ventas de oxicodona negando los peligros de adicción a la misma. En la actualidad se les reclaman más de 20.000 millones de dólares a Purdue Pharma (que ya fue condenada a pagar 600 millones de dólares por el OxyContin en 2007) y a otras farmacéuticas.

El 16 de septiembre de 2019, Purdue Pharma se ha declarado en quiebra ante un juzgado federal acordando que la empresa entregará 10.000 millones de dólares en indemnizaciones para hacer frente a la avalancha de demandas presentadas contra ella.

De las más de 47.000 muertes por sobredosis de opioides que hubo en 2017 en EEUU, el 36 % se debieron a medicamentos suministrados con receta médica. El mismo año en el que la farmacéutica Mallinckrodt aceptó pagar 35 millones de dólares de multa por «descuidar» la supervisión del analgésico oxicodona.

Ahora, en mayo de 2019, John Kapoor, multimillonario fundador de la farmacéutica Insys Therapeutics, ha sido declarado culpable de sobornar a médicos para que recetasen a sus pacientes el analgésico Subsys que había sido aprobado para pacientes con cáncer terminal, pero que la empresa redirigió a un mercado mucho más grande y rentable: el de las personas con dolor crónico cuya vida no corre peligro.

Gracias a ese sistema las ventas del Subsys pasaron de 14 millones de dólares en 2012, a casi 500 millones de dólares cinco años después. El fentanilo es un opioide sintético muy adictivo, 50 veces más potente que la morfina, que se ha cobrado 400.000 vidas en los últimos 20 años, más que ningún otro.

Los únicos que no han sentido ningún dolor por ellas han sido sus fabricantes.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Junta Internacional Fiscalización Estupefacientes |George Frey Reuters|Open Payments

Fuentes:  https://actualidad.rt.com/actualidad/300235-laboratorios-en-mira-epidemia-letal-opioides

https://www.eldiario.es/economia/Gigante-farmaceutico-millonario-EEUU-opiaceos_0_882261774.html

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20170712/farmaceutica-mallinckrodt-acepta-pagar-35-millones-de-dolares-de-multa-a-eeuu-6162647

https://www.elespectador.com/noticias/salud/una-farmaceutica-acepta-responsabilidad-en-la-epidemia-de-adiccion-opioides-articulo-846918

https://www.eldiario.es/theguardian/Primera-farmaceutica-epidemia-opiaceos-EEUU_0_895211089.html

https://www.eldiario.es/theguardian/Claves-entender-Purdue-Pharma-Unidos_0_943856022.html

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