Los hombres temen al pensamiento más que a cualquier otra cosa en la tierra, más que a la ruina, incluso más que a la muerte. El pensamiento es subversivo, despiadado con el privilegio, las instituciones establecidas y los hábitos confortables; el pensamiento es anárquico y sin ley, indiferente a la autoridad y despreocupado de la acreditada sabiduría de la experiencia.
¿Debe el trabajador pensar libremente acerca de la propiedad privada? Entonces, ¿qué nos ocurriría a nosotros los ricos?
¿Deben los jóvenes, hombres y mujeres, pensar libremente acerca del sexo? Entonces, ¿qué ocurrirá con la moralidad?
¿
Deben los soldados pensar libremente acerca de la guerra? Entonces, ¿qué ocurrirá con la disciplina militar?
¡Basta de pensar! ¡Retornemos a las sombras del prejuicio y de la opinión establecida para que no corran peligro la propiedad, la moral y la guerra!
Es mejor que los hombres sean estúpidos e ignorantes, porque si su pensamiento fuera libre, podrían no pensar como nosotros, los miembros de la élite. Algo que debemos evitar a toda costa.
(Extracto. Adaptación libre)
Imagen: Okdiario.com|El Roto elpais.com
