Cuando escuchamos hablar a una persona, damos por sentado que nuestro interlocutor nos va a dar la información que necesitamos (máxima de cantidad), que esta será verdadera (máxima de calidad), relevante (máxima de pertinencia) y que será expuesta de manera clara y ordenada (máxima de exposición).
Es decir que se sobreentiende que toda comunicación cumple los criterios formulados por el filósofo inglés Paul Grice:
- Máxima de Calidad
- Máxima de Cantidad
- Máxima de Relevancia
- Máxima de Pertinencia
Máxima de Calidad
Esta máxima o principio se refiere a que el emisor se restrinja a la verdad, es decir, a explicar hechos que tiene por ciertos, y puede descomponerse en las siguientes restricciones:
- No digas falsedades.
- Ni aquello de lo que no tienes pruebas.
Máxima de Cantidad
Esta máxima o principio se refiere a la cantidad de información:
- Da tanta información como sea precisa.
- No des más información de la que sea necesaria.
Máxima de Relevancia
Esta máxima tiene que ver con el grado de conexión o importancia de las nuevas informaciones aportadas respecto a las anteriores:
- Di cosas relevantes.
Máxima de Exposición
Esta máxima tiene que ver con la elección de las palabras y/o el modo cómo se expresan las ideas:
- Evita las expresiones oscuras o complicadas.
- Evita la ambigüedad.
- Sé breve.
- Sé ordenado.
Una excepción clara de estas reglas la constituyen los relatos de ficción, donde se quiebra la máxima de calidad, ya que nada de lo que aparece en él es verdadero, y los personajes de la obra están continuamente faltando a todas las máximas: dicen mentiras, cuentan anécdotas, hablan de asuntos irrelevantes, divagan, se muestran ambiguos, desordenados, se recrean en explicaciones y descripciones inútiles, refieren sospechas e intuiciones, etc.
(Extracto. Adaptación libre)
Imagen: holyrood.com
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Pragm%C3%A1tica_conversacional
http://www.ub.edu/diccionarilinguistica/content/m%C3%A1ximas-de-grice