Cuando apareció el comunismo en Europa las élites que nos ordeñaban se asustaron porque vieron que esa ideología se extendía rápidamente por Europa, así que montaron la segunda guerra mundial para frenar el avance del comunismo. Se daban cuenta de que la lucha obrera estaba aumentando, y de que eso no era más que el primer paso para el derrocamiento de la Iglesia, la Monarquía y la Banca.
En definitiva, tras la segunda guerra mundial, el capitalismo viendo que la URSS no desparecía y que los currelas de todo occidente se podían rebotar con su ejemplo, decidió implantar la sanidad pública (excepto en EEUU que estaba a salvo del comunismo), educación pública de calidad y un montón de cosas que en toda la historia de la humanidad los asalariados no habían ni soñado siquiera, porque, hasta los años 40, la clase trabajadora no tenían ningún derecho, ni pensiones, ni subsidios, ni nada, y si ésto cambió y mejoró, fue única y exclusivamente porque las élites vieron que buena parte de la población de Europa se estaba inclinando hacia el socialismo, lo que representaba una sería amenaza para ellas.
Pero en 1992 la URSS desapareció y ahí empezó la maquinaria capitalista a funcionar, para desmontar el sistema social de bienestar. Ahí se iniciaron los contratos basura, la pérdida de derechos laborales y la entrada masiva de inmigrantes, porque fue a partir de 1992 cuando se empezaron a ver pateras que se dirigían a España y al resto de Europa, empujadas por guerras orquestadas por EEUU y sus aliados, primero en África y más tarde en Oriente Medio.
En definitiva, había que llenar Europa de inmigrantes, para reventar los salarios y cualquier huelga que pudieran hacer en defensa de sus condiciones laborales.
Millones de personas desembarcando en un país con un desempleo de 4 millones de trabajadores es algo no insostenible, sino demencial, y que, evidentemente, no se ha producido por casualidad o sin querer, ya que todos los países del mundo protejen sus fronteras a sangre y fuego, pero mira por donde, aquí nos volvimos tontos de remate y dejamos que entraran 3 millones de inmigrantes en plena crisis de los años 90.
En definitiva, nos encontramos ante un plan orquestado para dominar y disciplinar a los de abajo. A las élites no les importa que haya delincuencia, desempleo o lo que sea, porque cuanto peor estemos, más débiles, dóciles y obedientes seremos. Y repito, estas cosas que están pasando requieren la colaboración de los estados. Si se promulga una ley que imponga fuertes multas a los empresarios que contraten a ilegales, se soluciona el problema.
Pero como la población europea que ha nacido, vivido y conocido el estado de bienestar, no va a aceptar que los recortes lleguen más allá del punto de ruptura, hay en curso un plan organizado (la crisis) para reducir la disponibilidad de bienes, alimentos y agua potable en todo el mundo. Se están dañando deliberadamente los ecosistemas, para que no puedan soportar a millones de personas con el objetivo de reducir la población, sea por hambre, guerras y, tarde o temprano, enfermedades.
Las élites van a hacer un reset mundial para borrar de la mente de la población la idea de que un vasallo tiene los mismos derechos que un señor. Cuando los que deben velar porque las cosas funcionen, son los primeros en inundar los países de inmigrantes, generar desempleo masivo, promover salarios de miseria y armar grupos terroristas, es porque nos quieren borrar del mapa.
(Extracto. Adaptación libre)
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/689972-han-vendido-nuestras-elites.html