La mano de obra del futuro

Los humanos van a tener que competir cada vez más a menudo con robots e inteligencias artificiales para conseguir un empleo, y el sector de la construcción no va a ser una excepción, tal y como demuestra la última innovación: un robot capaz de construir viviendas y colocar hasta 228 ladrillos a la hora.

Un asombroso récord de velocidad que pone en jaque a los albañiles y supone una amenaza directa para su futuro. Se trata de Hadrian X, un robot articulado, que va montado en un camión que lo transporta hasta el lugar donde debe efectuar el trabajo.

Hadrian X vio la luz en 2018 cuando logró levantar una casa de tres dormitorios y dos baños en tres días. Entonces su labor era utilizar mapas de 3 dimensiones para limitarse a colocar unos ladrillos encima de otros, bajo supervisión humana. Pero fue en 2019, cuando Hadrian X se convirtió en un robot prácticamente autónomo, que podía ensamblar ladrillos con cemento.

El sistema de control utiliza un diseño asistido por ordenador para obtener un modelo en 3 dimensiones del edificio a erigir, que calcula también los materiales necesarios con total exactitud, para que no se produzcan desechos, y que Hadrian X ejecuta.

En 2020 el coronavirus paralizó los planes de mejora de Fast Brick Robotics, la empresa fabricante del prototipo, que, si hasta la fecha ha demostrado ser capaz de construir prácticamente cualquier cosa, ahora se plantea que opere con todo tipo de materiales, piedra, acero o vidrio, y piezas de cualquier tamaño.

Por su parte, el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología industrial de Japón (AIST) ha creado el robot albañil HRP-5P, que mide 1.82 metros y pesa 101 kilogramos, y puede manejar, sin control humano, placas de yeso, tuberías o tablones, así como mover cargas pesadas, pudiendo realizar una gran variedad de tareas diferentes, trabajando sin horario, necesidad de descanso, vacaciones, formar sindicatos o exigir aumentos de salario.