Aunque resulte terrible de escuchar, considero un deber inexcusable desvelar este mecanismo de poder que existe en nuestra sociedad.
Probablemente, te has preguntado más de una vez cómo puede ser nuestro mundo tan cruel; por qué estamos instalados en guerras eternas; porqué suceden espantosas carnicerías de poblaciones inocentes cometidas por terroristas, paramilitares, ejércitos, sicarios de los narcos, fuerzas del orden…
Salvajadas que nos surte a diario y en abundancia la televisión, no para reflejar la realidad y que tomemos conciencia de ella, sino para sumirnos en la indefensión aprendida, esto es, que nos conformemos con lo que tenemos, porque podríamos estar mucho peor y no reaccionemos ante ellas. No olvidemos que los programas de TV sirven para programarnos. Por eso tienen ese nombre.
Pero detrás de esos horrores visibles, hay otros muchísimo peores que se nos ocultan, porque son perpetrados por las élites, por elegantes individuos de traje y corbata a los que reverenciamos y servimos, porque ocupan los lugares más prominentes en los consejos de administración de las empresas, pero también en los parlamentos, en los palacios reales y en las más altas instancias del Estado y de los medios de comunicación. Auténticos amos del Universo que se sitúan por encima del bien y del mal, y de las leyes humanas.
Personas que como ha confesado, la ex-illuminati, Svaldi Walldrop «convirtieron el satanismo tradicional en un método científico para controlar la mente de las personas. El sexo pedófilo por ejemplo, no es más que un sistema para chantajear a los políticos y personas que ocupan posiciones de poder en la sociedad».
Porque como declara el banquero arrepentido Roland Bernard en una entrevista, uno puede ser reclutado para trabajar para ellos, siempre y cuando esté dispuesto a poner «su conciencia en el congelador». Y para asegurarse de que el candidato es de fiar y no les traicionará, es sometido previamente a rituales de tortura, sacrificio y violación en grupo de niños, combinados con canibalismo. Bernard no fue capaz de hacerlo ni de resistirlo, sufrió una crisis nerviosa y se retiró.
Hoy, aunque su vida corre peligro, no duda en referir con todo lujo de detalles como estos pequeños grupos, que él cifra en unas 8.500 personas en todo el planeta, manejan completamente el sistema financiero, pudiendo quebrar países enteros y arruinar la vida de millones de personas.
Pero para conseguir que sus agentes externos, los peones visibles de la élite, operen desprovistos de escrúpulos, sin preocuparse de los estragos que causan a sus semejantes, los someten a sesiones de tortura de inocentes a fin de que desarrollen insensibilidad hacia el dolor ajeno y desprecio por sus víctimas, queden irrevocablemente comprometidos y puedan ser chantajeados fácilmente caso de no mostrarse suficientemente obedientes.
Aunque, habitualmente, una persona entrenada para matar, obedecerá cualquier orden. Potenciando el nivel de sicopatía de sus testaferros y proporcionándoles a cambio, como recompensa, dinero, poder y fama, es como consigue la élite asegurarse su fidelidad y, a través suyo, ejercer el control de la sociedad.
Programación por medio de trauma se denomina esa técnica, de eficacia comprobada y tan de moda actualmente.
Estamos hablando, no de conspiraciones, sino de intereses inconfesables, de ahí su secretismo.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: YourNewsWire|l-hora.org|viralizalo.com
Fuente: http://nomoriridiota.blogspot.com.es/2018/01/sobre-los-reyes-magos-y-de-como-las.html