Un equipo de científicos australianos demostró recientemente la existencia de estructuras de ADN diferentes de la doble hélice conocida hasta ahora.

La nueva estructura descubierta se había observado antes in vitro, pero nunca en células humanas vivas, y fue identificada por el equipo de Daniel Christ, del Instituto Garvan de Investigación Médica, que la llamó estructura de motivo intercalada (i-motif). Los resultados del estudio se publicaron el 28 de abril de este año en la revista Nature Chemistry (https://www.nature.com/articles/s41557-018-0046-3).

Su descubrimiento confirma que nuestro ADN tiene una simetría más complicada que la supuesta, y que esas variantes estructurales afectan a cómo funciona nuestra biología. Cuando la mayoría de nosotros pensamos en el ADN, pensamos en la doble hélice, dice Christ, pero esta nueva investigación nos recuerda que existen estructuras de ADN totalmente diferentes y que podrían ser muy importantes para nuestras células (https://tinyurl.com/ybew7fkw).

Los motivos intercalados son descritos como un nudo retorcido de cuatro hebras, donde los elementos químicos que componen el ADN están asociados de una forma diferente a la conocida, y las bases o letras del ADN se unen entre sí con otra idéntica, por ejemplo la C (citosina) con otra C, o la G (guanina) con otra G, algo que nunca ocurre en la doble hélice.

Según Mahdi Zeraati, el primer autor del estudio australiano, ésta es sólo una de las estructuras diferentes de la doble hélice que podrían existir en el organismo. Se visualizaron también estructuras cuádruples de ADN y podrían existir más, incluso triples y cruciformes.

Los i-motif fueron visualizados desde hace años en laboratorio, pero nunca en células vivas, por lo que se cuestionaba que realmente existieran.

En el estudio que confirmó la existencia de los motivos intercalados, los investigadores insertaron un anticuerpo marcador con fluorescencia, por lo que pudieron ver cómo aparecían y desaparecían estas estructuras en tiempo real. Los i-motif están ubicados cerca de regiones del ADN conocidas como promotoras, que activan o desactivan las funciones de los genes, así como en los telómeros, una sección del ADN relacionada con el envejecimiento celular.

Zeraati piensa que el hecho de que aparezcan y desaparezcan es un indicador de su función: al parecer intervienen en la activación o desactivación de genes; característica que dificultaba a los investigadores poder observarlos en células vivas de nuestro cuerpo.

Al mismo tiempo, otro equipo de investigadores en Suiza reportó que, al intentar crear resistencia a un virus que afecta a la mandioca mediante la tecnología CRISPR-Cas9, creó accidentalmente un nuevo virus patógeno. Uno más de los posibles efectos adversos que pueden tener esta y otras nuevas técnicas de ingeniería genética, que contradicen la abundante propaganda seudocientífica que trata de convencernos de que son rápidas, seguras y baratas.

A 65 años del famoso descubrimiento de Watson y Crick sobre la estructura de hélice del ADN, se siguen revelando aspectos desconocidos sobre las estructuras e interacciones de los genes en los organismos, con diversos factores epigéneticos y con el medio ambiente, que muestran que manipular genéticamente el ADN es una pésima idea, por los muchos efectos imprevistos que conlleva.

El descubrimiento confirma que nuestro ADN tiene una simetría más intrincada que la supuesta y que esas variantes estructurales afectan cómo funciona nuestra biología. Cuando la mayoría de nosotros pensamos en el ADN, pensamos en la doble hélice, dice el investigador de anticuerpos Christ. Esta nueva investigación nos recuerda que existen estructuras de ADN totalmente diferentes y que podrían ser muy importantes para nuestras células(https://tinyurl.com/ybew7fkw).

Los motivos intercalados son descritos como un nudo retorcido de cuatro hebras, en el que los elementos químicos que componen el ADN están asociados de una forma diferente a la conocida: las bases o letras del ADN se unen entre sí con una igual, por ejemplo la C (citosina) con otra C o la G (guanina) con otra G, algo que nunca ocurre en la doble hélice.

Los i-motif fueron visualizados desde hace años en laboratorio, pero nunca en células vivas, por lo que se cuestionaba que realmente existieran. Según Mahdi Zeraati, el primer autor del estudio australiano, ésta es sólo una de las estructuras diferentes a la doble hélice que podrían existir en el organismo; se visualizaron también estructuras cuádruples del ADN en 2013 y podrían existir más, incluso triples y cruciformes.

En el estudio que confirmó la existencia de los motivos intercalados, los investigadores insertaron un anticuerpo marcador con fluorescencia, por lo que pudieron ver cómo aparecían y desaparecían estas estructuras en tiempo real. Los i-motif están ubicados cerca de regiones del ADN conocidas como promotoras, que activan o desactivan las funciones de los genes, así como en los telómeros, otra sección del ADN relacionada con el envejecimiento celular.

Zeraati piensa que el hecho de que aparezcan y desaparezcan es un indicador de su función: al parecer intervienen en la activación o desactivación de genes, por lo que es altamente relevante entender mejor su función. Esta característica es también lo que dificultaba a los investigadores verlos en células vivas de nuestro cuerpo.

Separadamente, un estudio de Devag Mehta y colaboradores, del instituto ETH en Zurich, publicado el 4 de mayo de 2018, reporta que al intentar crear resistencia a un virus de mandioca por medio de ingeniería genética con CRISPR-Cas9, entre un 33% y un 48% de los virus editados desarrollaron una mutación de un solo nucleótido (una sola letra), que creó un virus resistente.

El informe advierte además sobre el riesgo de que estos nuevos virus resistentes se diseminen en el ambiente (https://tinyurl.com/y879m7qk). Mehta, autor principal del estudio, menciona además en su cuenta de Twitter que le asombra la presión que ha recibido para no difundir esos aspectos negativos del uso de la tecnología CRISPR-Cas9.

Y es que, existe una  gran movilización y presión de la industria biotecnológica para tratar de engañar al público afirmando que ahora disponemos de tecnologías seguras.

(Extracto. Adaptación libre)


Imágenes: Pays Marennes Oleron|ru.depositphotos.com|BIOGENIC biólogos genetistas colombianos

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2018/05/26/economia/019a1eco

 

 

 

 

 

 

 

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