En este mundo al revés que vivimos, que los británicos han pasado a ser ciudadanos de segunda en su propio país no es una exageración, sino un hecho consumado.
En un auto judicial que solo puede ser calificado como inconcebible, tres ciudadanos ingleses han sido encarcelados por manifestarse contra un inmigrante que agredió sexualmente a una niña inglesa de 14 años.
Martin Peagram, Dean Smith y Stuart William cumplirán 2 años de cárcel cada uno, a diferencia del inmigrante Hadush Kebatu autor de los hechos al que se condenó tan sólo a 12 meses de prisión.
Protestar contra los delitos de los extranjeros sale más caro que cometerlos.
Nada nuevo por cierto.
Las autoridades inglesas encubrieron sistemáticamente durante años los abusos sexuales perpetrados por inmigrantes (¿les suena?) para «no parecer racistas».
El inspector jefe de policía de Rotherham presionó al padre de una niña desaparecida, con el argumento de que la ciudad «estallaría» si se supiera que los inmigrantes ilegales abusaban de niñas blancas menores de edad, reconociendo que esta situación venía sucediendo habitualmente desde los años 90, pero que «al tratarse de asiáticos, no podían permitir que eso saliera a la luz».
En este caso, los padres pudieron por suerte recuperar a su hija con vida, pero tras haber sido objeto de tan brutales abusos que necesitó cirugía reconstructiva. Como consuelo, al padre le dijeron que la agresión serviría para que la niña «aprendiera la lección», como si ella fuera la culpable.
Menores de 11 años fueron violadas en grupo por varones de la comunidad paquistaní que sin embargo representaba apenas el 3 por ciento de la población de la ciudad. 45 detenidos, todos ellos musulmanes, fueron liberados a pesar de admitir su participación en las violaciones colectivas de niñas, y quienes protestaron fueron amenazados y acusados de «delito de odio» e «islamofobia».
La situación llegó al extremo de que cuando los padres de 2 niñas acudieron a la casa donde sus hijas eran abusadas sexualmente fueron detenidos por la policía y acusados de desórdenes, mientras que a los adultos musulmanes responsables se les dejó en libertad sin cargos.
En los últimos 5 años 45 musulmanes que habían violado a menores fueron castigados con una mera advertencia. A uno de ellos, Shabir Ahmed, líder de la banda de violadores pakistaníes de Rochdale, se le colocó como asesor de derechos sociales en el Ayuntamiento.
Se calcula que hay al menos 1.400 víctimas. El actual primer ministro, Keir Starmer, era el responsable de la fiscalía cuando se otorgó impunidad a los abusadores. Quizá por eso los diputados ingleses se negaron por 311 votos frente a 111 a investigar el escándalo.
El encubrimiento forma parte del funcionamiento normal del sistema. Si en España no te has enterado de nada porque los medios supuestamente serios no han dicho ni una palabra del asunto, pregúntate por qué habrá sido.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes y fuentes:
https://astillas4.blogspot.com/2025/10/rein-unido-delitos-de-opinion-son.html
https://astillas4.blogspot.com/2025/01/autoridades-britanicas-encubrieron.html
https://astillas4.blogspot.com/2024/08/rotherham.html
https://gaceta.es/opinion/rotherham-20240807-0602/
Por fortuna en España las autoridades se conforman con manipular las estadísticas de delitos y ocultar la nacionalidad de los violadores.