El siglo XIX ve surgir al movimiento obrero, siendo uno de sus mensajes más potentes el del internacionalismo. Casi en paralelo, se van estructurando los elementos que conforman el nacionalismo de cariz etnicista.
Esta doble oferta para el creciente proletariado tiene entre sus momentos de máxima tensión la 1ª Guerra Mundial, en la que la parte internacionalista del movimiento obrero rechaza de plano la guerra y los comprensivos con el nacionalismo aceptan entrar en los gobiernos para apoyarla.
Curiosamente, uno de los resultados inesperados de la 1ª Guerra Mundial es el surgimiento de la URSS con la que el movimiento obrero de convicción internacionalista se ve reforzado.
Lo malo es que se recrudece el conflicto entre internacionalismo y nacionalismo, pues el segundo tiene como principal objetivo aplastar al primero. El nacionalismo extremo, el fascismo, llega al poder en varios países. Por su origen nacionalista, cada fascismo es diferente pero todos tienen en común su voluntad de eliminar a los internacionalistas.
¿Quiénes perdían su poder con los internacionalistas? Siempre pensamos en la aristocracia y la burguesía, olvidándonos del segundo estamento, la poderosa Iglesia. Entiéndase por Iglesia la estructura de poder cuyo origen es un mensaje religioso.
El internacionalismo lucha contra los privilegios y desigualdades, mientras que el nacionalismo los reclama para sus fieles, en perjuicio del resto de miembros de la sociedad.
¿Hubiera sido posible desarrollar argumentaciones supremacistas, basadas en características físicas ó culturales, hasta presentar a los distintos como si fueran subespecies humanas, si las estructuras eclesiales hubieran combatido esos planteamientos? Detrás del mensaje nacionalista, se encuentra siempre una instancia eclesial legitimadora.
El apartheid, la segregación racial americana, la esclavitud de origen africano y tantas otras cosas del mismo cariz tienen en común la no oposición e incluso el apoyo entusiasta de su iglesia nacional y, como consecuencia de esa separación entre los considerados propios y los ajenos, una distribución de renta notablemente desigual y claramente favorable a los primeros.
Sin remontarnos más lejos, en España,la guerra civil se equiparó a una cruzada contra los infieles (comunistas, socialistas y no adeptos al régimen). Más tarde, ETA nació en un seminario, y los sacerdotes Tasio Erkizia y Periko Solabarría fueron destacados dirigentes de Herri Batasuna, brazo político de la banda.
El pujolismo, padre del independentismo hubiera tenido una vida corta de no haber contado con el aval y apoyo de la iglesia desde su fundación: recordemos que Convergència (CDC) nace en la abadía de Monsterrat el 15 de noviembre de 1974.
Y así seguimos hasta hoy.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: Cuba por Siempre- wordpress.com|periodistadigital.com|aki frases
Fuente: https://www.cronicapopular.es/2018/06/rascas-nacionalismo-y-sale-iglesia/