Legalidad no implica legitimidad.  La legalidad la proporciona el control del boletín oficial y los resortes del estado, mientras que la legitimidad la otorga el respeto a la voluntad de los ciudadanos.

Los votos no lo legitiman todo, como no avalan los abusos, los recortes, los desahucios, el espionaje, la manipulación y el engaño. Cualquier programa electoral constituye un contrato vinculante con los ciudadanos que, cuando se incumple, inhabilita para el cargo a quienes fueron elegidos.

La constitiución ha muertoNada hay más opuesto a la democracia que este sistema viciado que convierte a los políticos en propietarios de los votos y a los ciudadanos en rehenes suyos. Pero peor que no rendir cuentas a la ciudadanía, es el grado de indecencia política, que ha subido tres puntos en la última legislatura, situándose por encima incluso de la prima de corrupción e impunidad con que operan habitualmente.

El comportamiento del partido en el poder no se puede calificar más que como terrorismo institucional, a pesar de lo cual, nuestros pobres aforados se sienten tan indefensos, que no tienen otro remedio que caer con todo el peso de la ley sobre quienes protestan, realizan escraches, o se atreven a denunciarlos como ladrones de votos y secuestradores de la democracia.

Cconvertido su escaño es una sinecura de por vida los señores de la casta intentan conservarlo mediante una campaña de amnesia colectiva, para que, en cuanto se abra la veda de las urnas, lanzar sus promesas al cielo electoral y que en las cabezas de los ciudadanos vuelvan a anidar.

Pero lo que necesita este régimen mafioso, de cimientos podridos, no es una regeneración, algo imposible, sino una desinfección a fondo, seguida de una refundación de arriba abajo.

Por desgracia, más difícil que a España la rescaten, será que a los españoles nos rescaten de nuestros políticos.


Versión nueva del artículo titulado “El desahucio de la democracia” publicado originalmente en Asturbulla: http://www.asturbulla.org/index.php?option=com_content&view=article&id=21500:el-desahucio-de-la-democracia&catid=124:opinion&Itemid=180

Imagen:  eldiario.es

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