No se trata de alentar teorías de la conspiración, sino de darse cuenta de que hay un gobierno secreto, una política secreta y una economía secreta que se desarrollan fuera del conocimiento de la gente.
Las democracias se benefician de la emigración, pero debe ser una inmigración controlada. El problema de la izquierda es que no está dispuesta a aceptar que un país debe controlar sus flujos migratorios.
La izquierda ha abandonado la lucha contra el capitalismo, pasando del internacionalismo proletario al cosmopolitismo liberal.
Potenciando el nivel de sicopatía de sus agentes y proporcionándoles como recompensa, dinero, poder y fama, es como consigue la élite asegurarse su fidelidad y, a través de ellos, ejercer el control de la sociedad.
Si las personas activas se meten hoy en el mundo de la comunicación para compartir, debatir, intercambiar, leer, buscar, etc., se creará una masa crítica que va a tener un peso enorme. Si logramos que partciipe cada vez de más gente con sus propias preocupaciones e intereses, vamos a tener una información diferente, alternativa a la de la prensa tradicional.
