Hoy voy a referir un caso ocurrido recientemente en España, que permite vislumbrar cuan agotado y podrido está el actual sistema.
Un conocido mío que mantenía excelentes relaciones con una gran empresa española, entró a trabajar para un proveedor de la misma. Muy pronto, en el plazo de un año, multiplicó la facturación de la empresa proveedora en que prestaba sus servicios por cinco.
Satisfecho de su logro, se presentó a la reunión anual de revisión de objetivos, esperando una felicitación triunfal y un bonus generoso, pero se encontró con todo lo contrario: con una carta de despido y ni un euro de premio.
Como no lo podía comprender, inició un proceso judicial contra el proveedor.
Mientras tanto, entró a trabajar con otro proveedor de la misma gran empresa, y de nuevo, en el plazo de un año y pico, multiplicó su facturación por siete. Y de nuevo le volvió a ocurrir lo mismo: que le despidieron sin agradecimiento ni bonus, por lo que demandó también al segundo proveedor.
En el primero de los litigios laborales la empresa proveedora llevó a cinco ejecutivos que no vacilaron en cometer perjurio, pero gracias a que diversos empleados de la gran empresa testificaron confirmando el incremento de cifras de ventas mientras mi conocido fue gerente de esa cuenta, ganó el juicio.
Y el segundo contencioso también le dio la razón. Pero lo más importante es que, en el transcurso de ambos pleitos, se enteró del motivo oculto tras sus dos misteriosos despidos.
En ambos casos logró convertir una cuenta de escasa entidad en una cuenta no sólo relevante, sino también apetecible por las jugosas comisiones que suponían las nuevas cifras de ventas alcanzadas. Y claro, este hecho enseguida atrajo el interés de los altos directivos de la compañía, que no querían a un responsable de producto que había demostrado una enorme valía en su desempeño del puesto, sino que lo que les interesaba era sustituirlo por uno de sus fieles para que se llevase las comisiones y las repartiese con él, cosa que ocurrió en ambos casos.
(Extracto. Adaptación libre)
Imágenes: actualidadlaboral.com.ve
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