… Tenía 16 años recién cumplidos y salí de fiesta. Por aquellas fechas muchas de mis amigas ya tenían novio y/o habían mantenido relaciones sexuales, y aunque a mí me llamaba la atención, tampoco es que me fuera la vida en ello…
… todo cambió el día en que conocí a un chico, llamado Dani, portugués y de 18 años. Desde el primer momento nos gustamos y pasaron varios fines de semana en el que nos líamos. Hubo un día, el fin de semana de San Valentín, que coincidía con Carnavales, le dije que estaba preparada…
… bueno, pues llega el día, salimos mis amigas y yo disfrazadas y le dije de verle luego. Ojalá nunca hubiese sido ese luego…
… cuando me lo encontré en una discoteca me dijo de ir al baño, y yo accedí, simplemente a liarnos, como habíamos hecho en otras veces. Estando allí me dijo que no podo aguantar más y que quería follar y yo le dije que no quería que mi primera vez fuese en un baño…
… parece ser que la respuesta no le gustó mucho y me dijo que sí, que qué más daba, que era follar y ya está. Yo le dije que no quería. Pero él insistió. Yo empecé a llorarle, un poco borracha, que por favor no quería que fuese así y de esa manera…
… como veía que no iba a poder decidir le pedí que por favor se pusiese un condón, por lo menos. Me dijo que no tenía. Le dije que no se preocupase, que yo les compraba en la máquina del baño, que no me importaba. Cuando fui a salir del baño, meeeec, error, imposible…
… se puso delante de la puerta y echó el pestillo. Yo ya sabía que iba a pasar y le pedí mil y una vez que por favor no lo hiciese y empecé a llorar aún más. Obviamente eso no sirvió para nada, así que simplemente intenté que doliese lo menos posible y acabar de una vez…
… al salir del baño, me dijo que fuésemos de la mano. Fuimos de la mano en la discoteca, mientras sus amigos aplaudían y yo lloraba buscando a mis amigas. Cuando finalmente las vi, se despidió de mi con un pico y me fui corriendo donde ellas…
… les conté todo lo que había pasado e inmediatamente me llevaron a una farmacia a comprar la famosa pastilla del día después. Una amiga mía me cambio sus medias de carnaval, junto con sus pantalones, por los míos ya que estaban llenos de sangre y me sentía sucia…
… fuimos a casa, me duché dos veces y me fui a dormir. Bueno, “a dormir”. Al día siguiente estuve dos horas en la ducha. Mis padres me preguntaban que porqué tanto tiempo, “anoche me tirarían alcohol en el pelo y esta pegajoso”, les decía yo. En fin, me daba vergüenza…
… pasaron 3-4 días y yo no hablaba y estaba más irascible de lo normal. Un día al volver del instituto empecé a discutir con mi madre y me dijo “no sé qué te pasa estos días, estás insoportable”. A lo que le contesté “quieres saber qué me pasa?” Y ahí le conté todo…
… aún recuerdo la cara de mi madre descompuesta y como llamó a mi padre para que viniese del trabajo corriendo. Aún recuerdo cuando vino como fuimos a buscar a una amiga para que me acompañase al médico y yo estuviese más cómoda…
… fuimos al médico, de ahí a la Guardia Civil y de ahí me mandaron a la Policía Nacional. Yo no quería, pero mis padres me hicieron ir a ello…
… aún recuerdo la cara de los dos policías preguntándome todo, que contase la historia mil veces, que diese detalles, que enseñase su foto, sus datos y todo. Recuerdo la cara de mi padre roto mientras mi amiga y mi madre esperaban fuera…
… después de dar todos los datos posibles me llevaron al hospital en un coche de la Nacional. Me atendieron inmediatamente y bastante amables. Mi padre estaba llamando por teléfono diciendo que no iría al día siguiente a trabajar (ya serían la 1 de la mañana)…
… llevó a mi amiga a su casa. Mi madre se quedó conmigo en el hospital y le pedí que saliese fuera de la sala de las extracciones de sangre para que no lo viese, ya que se marea y bastante estaba aguantando ya…
.. aún recuerdo cuando salió, como por fin me sentí liberada y en el momento en el que me fueron a sacar sangre, dije “me mareo”, y mi siguiente recuerdo es de 3 médicos abanicándome en una camilla porque me había desmayado y caído de cabeza…
… “tienes que tomarte todas estas pastillas, por posibles embarazos y prevención de ETS”. Creo que no he tomado más pastillas juntas en mi vida. “Intenta no hacer mucho ejercicio, tienes 3 desgarros vaginales y podrían molestarte”. En fin, me quería morir de verdad…
… pasan dos días, voy al instituto y aún recuerdo de cómo mentí a todo el mundo y dije que el moretón que tenía en la barbilla era de una pelea. Mentira, era que me había desmayado y tenía la cara entera negra…
… me acuerdo de cómo vino el conserje preguntando por mi y diciéndome “Sandra tienes que bajar abajo, la Policía está preguntando por ti y tus padres ya están informados”. Os juro que me quería morir de cómo me miraba todo el mundo en clase…
… vino mi madre y nos llevó la policía a ella y a mí al cuartel y nos dijeron “Hemos encontrado el chico, al parecer, te había mentido en todo. Ni se llama así, ni tiene esos años, ni es portugués”. Joder, qué gilipollas soy. Os juro que solo pensaba en lo retrasada que era yo…
… pasaban los días y tenía que ir de vez en cuando al juzgado a prestar nuevas declaraciones. Yo les dije a mis padres que no quería ir más, que estaba harta de tener que ir, que era todo mi culpa y que encima no quería hablar del tema, que ya se me pasaría y ya está…
… bueno, pues una de las últimas veces que fui, el fiscal me dijo que “Sandra, yo te creo… pero es todo muy raro. El chico ha pedido un traductor porque no entiende español, dice que no entendió cuando te negaste, además accediste a ir al baño con él”…
… os juro que me quería morir ahí mismo. Me sentía súper culpable de intentar joderle la vida a un chico por mi culpa, porque había ido con él al baño y no me había explicado bien. Me sentía fatal porque pensé que mi padre no me creería…
… bueno, después de esto y tras mil discusiones con mis padres, decidí retirar la denuncia a pesar de que ellos se negaron mil y una vez, pero la decisión era mía y era irrevocable…
… la última vez que fui al tribunal me dijeron que no me preocupase, que como yo era menor y él mayor de edad, y que además tenía antecedentes por otros delitos, que alguna falta tendría y que de momento tendría que ir a firmar al juzgado los días 1 y 15.
… perfecto, pensé yo. Que le juzguen por lo malo que hace, pero respecto a esto, era mi culpa…
… bueno no, ahí quedó la cosa no. Aún recuerdo los meses de psicólogo en el que me hacía ver que no era mi culpa, que yo no había hecho nada malo…
… aún recuerdo cuando después de tiempo sin salir, volví a hacerlo y mis padres me pedían que les escribiese por whatsapp cada hora para saber que estaba bien…
… aún recuerdo cuando una vez les escribí “hellp” intentando poner “hello”, me metí a un bar sin cobertura y mi padre entendió que necesitaba ayuda y se presentó en 5 minutos donde yo estaba…
… aún recuerdo como sufrían, y sufren, mis padres cada vez que salgo de fiesta…
… aún recuerdo como después de año y pico me lo crucé por la calle, y mientras él me miraba riéndose yo me puse a llorar y me fui corriendo para mi casa…
… aún recuerdo como cada vez que lo veía ocasionalmente, el se reía. Aún recuerdo como una vez, ya pasado el tiempo y ya “superado”, le señalé y le dije a mi amiga que era ese y él vino a encararse y me fui otra vez corriendo…
Imágenes: CLM24| lopezdoriga.com| Universal Medios Brinkmann|elperiódico.com
Fuente: https://twitter.com/SanKhale/status/1074768204436774919