La tendencia pública dominante en España podría resumirse así: contra la corrupción, burocracia… ¿pero alguien cree de verdad que el papeleo la evita? ¿que ahogarnos a los científicos en papeles garantiza el aprovechamiento y buen uso de sus impuestos?
Los responsables de lo que ocurre, tanto en una democracia, como en los cuentos de Andersen, no son las cúpulas políticas ni los banqueros. Somos los ciudadanos. Si no queremos que la montaña de deuda pública siga enterrando las ilusiones y proyectos de nuestros hijos y nietos, debemos tomar conciencia y obrar en consecuencia.
Para creer en algo, no hace falta nada. Basta aceptarlo y punto. Lo que queremos averiguar es si hay evidencia de que si no detenemos nuestras emisiones de CO2, nos encaminamos a una catástrofe climática.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información