
El capitalismo no se irá sin derribarlo
Para salir del capitalismo tiene que darse un deseo de abandono del capitalismo más grande que el deseo del mismo.
Para salir del capitalismo tiene que darse un deseo de abandono del capitalismo más grande que el deseo del mismo.
Sabemos que la era del petróleo se acaba, y que pronto habrá una reorganización a nivel mundial, pero algunos creen que de alguna manera mágica podremos seguir teniendo ordenadores e internet con los que trabajar o ver películas después de un duro día laboral.
No se trata de alentar teorías de la conspiración, sino de darse cuenta de que hay un gobierno secreto, una política secreta y una economía secreta que se desarrollan fuera del conocimiento de la gente.
¿Quién puede dudar a estas alturas de las buenas intenciones de los independentistas catalanes, gente de paz y sonriente, que aunque ataque a quienes no comulgan con su credo, lo hace por su bien?
Y como no se puede ya seguir ocultando el desastre que el capitalismo está perpetrando, la única manera de poder seguir haciéndolo es mentir, porque no existe la más mínima voluntad de cambiar este sistema depredador.
Quien quiera estudiar en en castellano en el País Vasco o en Cataluña, debería poder hacerlo sin imposiciones, presiones, ni trabas de ningún tipo.