La vida profesional exige renunciar a la vida personal, y asumir el estrés permanente como estado natural del ser humano, porque el camino a la felicidad pasa por ser cada vez un poco más desgraciados.
Al igual que las empresas se hacen cada vez más grandes, el capital se acumula cada vez en menos manos, ensanchando la brecha que separa a sus dueños del resto de la gente.
El mundo ha preferido el consumismo al comunismo, y EEUU ha sabido aprovecharlo para transformar nuestras democracias en dictaduras económicas disfrazadas de estados de derecho.
La plurinacionalidad de España constituye la excusa perfecta para justificar privilegios y diferencias, haciendo tabla rasa de nuestra historia, vínculos y raíces comunes.
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