Para combatir una pandemia que, según datos oficiales, presenta una probabilidad de muerte del 0,022%, se nos ofrece una vacuna como la de Pfizer, cuyos efectos adversos graves, comunicados por la propia empresa para su autorización, son del 4,6%.
Esta clase de «vacunas», que modifican el ADN/ o el ARNmensajero humano, no tienen nada que ver con las vacunas existentes hasta ahora que empleaban virus muertos o atenuados.
El gobierno de la nación lo está haciendo mal, no, peor; y las comunidades autónomas, cada una por su lado, defendiendo cosas diferentes, desastrosamente.
Silvia Ribeiro, Esther Samper, Eduardo Ortega, Juan Sanhermelando, Luis Javier Sánchez, Ludwig Burger, Pushkala Aripaka 30/09/2020
Hasta ahora las vacunas se basaban en insertar un virus existente, muerto o atenuado, mientras que las vacunas transgénicas introducen ADN o ARN extraño en nuestro organismo.
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