No se trata de alentar teorías de la conspiración, sino de darse cuenta de que hay un gobierno secreto, una política secreta y una economía secreta que se desarrollan fuera del conocimiento de la gente.
Los principales beneficiarios de las elecciones son los políticos en busca de sillón y quienes operan detrás de ellos en la sombra.
Si a los datos suministrados por la Administración (como edad, sexo, enfermedades y situación económica), se le suman los exigidos al cliente por parte de la empresa, ésta les podrá poner cara sin problema alguno.
Los detractores de la sentencia se han creído legitimados para interrumpir la vida ciudadana, dañar la actividad económica y alterar la convivencia.
Al fin y al cabo, toda la realidad se ve según el color de la bandera con que se desfila.
¿Quién puede dudar a estas alturas de las buenas intenciones de los independentistas catalanes, gente de paz y sonriente, que aunque ataque a quienes no comulgan con su credo, lo hace por su bien?
